Al momento que el ciudadano se acerca a la junta receptora de su voto y recibe las cuatro papeletas electorales, los encargados de su mesa piden a la gente que use un marcador negro, de punta gruesa para sufragar. El marcador está sujeto con cintas al biombo donde se vota en secreto.
En el recinto San Gabriel, al norte de Quito, a varias personas les ha extrañado esta disposición. “Cuál es el problema si uso mi propio esfero”, reclamó un elector en la junta 22 de este establecimiento, ironizando con la posibilidad de que la tinta se borré minutos después. El responsable de la mesa solo le dijo que debe usar el marcador porque así lo dispuso el CNE.
Fernando Guerrero, coordinador del CNE en este recinto, dijo que no había problema en que el elector use su propio esfero, pero era preferible el marcador porque su trazo es grueso y puede evitar percances como que el esfero de una persona no raye de forma adecuada. En todo caso el voto es válido con cualquier tinta.