“Ustedes han traído aquí a un reo de conciencia”. Así se presentó el excontralor, Pablo Celi, para defenderse del juicio político en el Pleno de la Asamblea este lunes 16 de agosto de 2021.
Celi ingresó al hemiciclo pasadas las 11:30, después de que sus interpelantes, los asambleístas del correísmo Juan Cristóbal Lloret y Viviana Veloz, sustentaron las causales para este proceso.
El exfuncionario se ubicó en el podio principal de la sala para defenderse y adujo que en este proceso se vulneró su derecho a la defensa, entre los que aludió a testimonios que no pudo contradecir como el excontralor, Carlos Pólit, la fiscal, Diana Salazar.
Acusó al presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, y otros legisladores de adelantar criterios. Señaló que la Asamblea incumplió la disposición constitucional que asegura el derecho a la defensa en todas las etapas del proceso, de ser escuchado en igualdad de condiciones.
“Este juicio es nulo, de nulidad política y nulidad moral, porque fue acomodado desde sus inicios (…). Es un juicio de nulidad absoluta”, dijo durante su intervención continuaba hasta el cierre de esta nota.
La sesión inició pasadas las 9:00, una hora más tarde de la convocatoria y después de que Celi, quien permanece detenido desde el 13 de abril pasado por supuesta delincuencia organizada, llegó custodiado por policías y de tres de sus familiares al Parlamento para ejercer su defensa.
“Al fin llegó la hora de la verdad. De mirarnos a los ojos los que tenemos la solvencia moral y la capacidad para hacerlo”, dijo Juan Cristóbal Lloret (Unes), quien, junto a su coidearia, Viviana Veloz, actuaron como interpelantes.
Mientras el resto de integrantes de Unes colocaban en sus curules unos rótulos con una caricatura del excontralor y la leyenda “juicio Celi corrupto”, Lloret y Veloz sustentaron las causales para este proceso.
Lloret y Veloz centraron sus acusaciones en arrogación de funciones a Celi, y hubo críticas al Consejo de Participación transitorio, por haberlo blindado como contralor subrogante en 2007 y a la Fiscalía.
Lloret aludió a versiones de la directora de Talento Humano de la Contraloría, Ligia Cobo, sobre el tema. También exhibió en la sala de sesiones un video en el que se ve a Celi romper documentos que, según dijo, eran las acciones de personal.
Veloz atribuyó lo ocurrido con Celi a un “proceso de desinstitucionalización” del país, que fue producto de una “consulta mañosa del morenato y trujillato”. “¿Será que el Rasputín del morenato se arrepiente de todos sus pecados? Yo lo dudo”.
Sostuvo que “las acciones de Celi fueron para proscribir al correísmo” y lo definió como “el impostor que vendió a la contraloría al mejor postor”.
Lloret cuestionó el hecho de que Celi no estableciera responsabilidades contra la constructora Odebrecht en casos como el proyecto Refinería de Manabí, como ocurrió con algunos exfuncionarios.
Otras de las causales fueron la contratación de una empresa de Daniel Salcedo, principal sospechoso en una trama de corrupción en el IESS, que tenía glosa, para asuntos comunicacionales de la Contraloría. También aludieron a interferencias en la Función Electoral.
Lloret pidió a la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori (PK), que genere consensos al interior del Pleno para que Celi sea censurado por todas las causales, pues en la ID y Creo había rechazo a que la moción incluyera una ilegalidad en las funciones de Celi.
En los pasillos del Parlamento, hubo un diálogo entre Fernando Villavicencio y Ricardo Vanegas, asambleísta de Pachakutik, antes de que arrancara el debate de este proceso.