Con el cambio de la cabeza del Ministerio de Gobierno se aplacaron las tensiones entre el Ejecutivo y la Asamblea. Ahora, todo se centra en el conflicto que vive la presidenta de la Legislatura, Guadalupe Llori (PK), que podría implicar su salida del cargo.
Las primeras actividades del nuevo Ministro fueron privadas. Francisco Jiménez mantuvo reuniones internas con el personal de su despacho, por asuntos administrativos. También se reunió con Patricio Carrillo, quien lidera el Ministerio del Interior.
La amenaza de la “muerte cruzada” quedó a un lado. Al asumir Jiménez el puesto prefirió no mencionar esta opción, que era defendida por su antecesora, Alexandra Vela, a la que él también aludió como legislador del oficialismo, cuando se archivó el proyecto de Ley de Inversiones. “Hablaremos con las diferentes bancadas, buscaremos tender puentes con las organizaciones políticas, nacionales o regionales. Generaremos espacios de diálogo y relaciones políticas frontales y respetuosas”, expresó con la venia de Lasso.
Si bien todavía no hay fecha para que los diálogos con la Asamblea se inicien, Jiménez apuesta por recomponer las relaciones entre los dos poderes que fueron tirantes en los ocho meses que Vela estuvo en esta Cartera. “Tiene que haber puentes entre ambas instituciones. Estamos claros que las últimas semanas han sido un poco convulsionadas; y yo creo que ese ambiente de tensión debe bajar, para el bien de todos”, señaló.
Condicionamientos
Los primeros en aplaudir el cambio fueron asambleístas de todas las bancadas. “Saludo ese cambio a nivel ministerial, creo que puede ser positivo para el Ecuador”, dijo Esteban Torres, del PSC. “Se abre una puerta. Es muy buena noticia”, añadió Fernando Cedeño, del correísmo.
Pero hay líneas rojas. “Si nos hablan de temas de privatizaciones, de concesiones, de apertura a capital especulativo, no van a contar con nosotros”, dijo Darwin Pereira, de Pachakutik. Otro tema es la defensa de la naturaleza. Pero cree factible hallar “puntos medios”.
En la misma línea está el coordinador de la Izquierda Democrática (ID), Marlon Cadena, espera que Jiménez, con la experiencia que tuvo como legislador, “pueda restablecer este vínculo que ha sido, de alguna manera, fisurado”.
El PSC, en un comunicado, dijo que apoyará “todas las propuestas que mejoren la vida de los ecuatorianos, vengan de donde vinieren”, como lo hizo al apoyar la Ley de Inversiones. Pero que rechazará “impuestos, indultos o amnistías a delincuentes comunes”.
Futuro de Guadalupe Llori
Sin embargo, ahora la prioridad para los bloques se centra en la Presidencia de la Asamblea. La mayoría compuesta entre el oficialismo, la ID y Pachakutik se erosionó en menos de un año.
Los pedidos de que Llori “dé un paso al costado” se intensificaron después de que el martes pasado volviera a suspender la sesión del Pleno. Incluso de sus propios coidearios, como Ricardo Vanegas, que hasta hace poco
la respaldaban.
“Todavía tiene la posibilidad de salir por la puerta ancha, de evaluar una salida mucho más digna”, expresó Patricia Sánchez, del ala radical del bloque, al señalar que la mayoría de fuerzas políticas ya no apoya su gestión.
Para este 1 de abril de 2022 convocó a los 137 legisladores, para retomar la jornada que fue suspendida el 24 de febrero, cuando UNES y el PSC apelaron la Presidencia.
Ayer, 31 de marzo de 2022, Llori convocó a una reunión con los jefes de bancadas. Asistieron todos, aunque el coordinador de Pachakutik, Rafael Lucero, envió a un delegado. Tampoco asistió el vicepresidente Virgilio Saquicela.