El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se declaró “muy satisfecho” de su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericano y Caribeños (Celac) que se celebró esta semana en Cuba.
En ese sentido, afirmó que no ve “conflicto” alguno entre el organismo “plenamente vigente” que él dirige y la organización que nació como alternativa a este. “No veo ningún conflicto, sino ninguna intención de conflicto, en la medida en que nuestros países, en esta organización, deciden si quieren esto o no”.
La Celac agrupa a todos los países del continente con excepción de Estados Unidos y Canadá y fue fundada en 2010 por iniciativa del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como un contrapeso a la OEA.
No obstante, según cita el cable de la DPA, Marco Albuja, el nuevo embajador ante la OEA de Ecuador, había afirmado que el organismo hemisférico “morirá de inanición” si no es capaz de transformarse escuchando a la “ciudadanía”.
En referencia a la suerte de la Celac, señaló que “ese multilateralismo tardará en crecer (…) pero inexorablemente llegará a fortalecerse”.
Insulza replicó posiciones como las de Ecuador, afirmando que la OEA es una institución “plenamente vigente” y abierta a una “conversación franca”. Eso sí, puntualizó, siempre y cuando dicha conversación se realice a partir del “avance de la sincera opinión y del respeto de la sincera opinión de todos los países y no sobre el intento de imponer las visiones ideológicas de unos sobre otros”. “La OEA y la Celac son propiedad de los países y ustedes decidirán lo que les parezca conveniente”.