El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (de izquierda) y el actual mandatario de ese país, Jair Bolsonaro, (de la ultraderecha) disputarán la segunda vuelta el 30 de octubre tras los resultados del sufragio del 2 de octubre pasado. Expertos hablan de los escenarios que representará para Ecuador la victoria de uno u otro candidato.
Con casi el 100% de votos escrutados, Lula alcanzó hasta este 3 de octubre el 48,4% de los votos ante el 43,2% del presidente Bolsonaro. Mientras que la candidata Simone Tebet logró el 4,1%. Pero, ¿qué indica eso?
Santiago Pérez Samaniego, Máster en Relaciones Internacionales y docente de la Facultad de Ciencias Sociales, Educación y Humanidades de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), explica que debido a las encuestas de ese país se esperaba resultados similares, incluso una victoria de Lula en primera vuelta. No obstante, refiere que “el tema de la polarización en América Latina se refleja en la primera economía de la región”, con los porcentajes de Lula y Bolsonaro.
Se tendrá que ver cómo replantearán las campañas los candidatos hasta la segunda vuelta, en particular de Bolsonaro, dice el experto. Estima que el postulante de la derecha buscará acaparar nuevos simpatizantes, pero le será complicado. Pérez compara la situación con la estrategia del presidente Guillermo Lasso cuando estuvo en segunda vuelta, frente al candidato del correísmo Andrés Arauz. A Lasso le tocó “bajar la intensidad en cuanto a lo conservador de su discurso” y actualmente existe “una desconexión completa con el programa de trabajo”, observa.
Para el analista político Daniel Crespo, no es sorpresa que Lula haya logrado el primer lugar con un margen estrecho, sino que Bolsonaro no quedó tan alejado de su adversario. Esto se explica porque “muy probablemente se da el fenómeno del voto vergonzante, es el voto de las personas que están dispuestas a votar por Bolsonaro, pero por cuestiones políticas y sociales prefieren no darlo a conocer”, sostiene.
Debido a ese margen estrecho, “es muy difícil saber lo que va a suceder”, es “muy prematuro” adelantar que Lula llegue a la Presidencia y con él el retorno de la izquierda a Brasil, según Crespo.
Escenarios para Ecuador
Pérez recuerda que Lula es uno de los fundadores del Foro de Sau Paulo, que integra a partidos y grupos políticos de izquierda de América Latina, y que de llegar a la Presidencia el bloque de la izquierda se incrementará y Brasil será un actor clave en la toma de decisiones políticas en la región. Opina que “de ganar Lula habrá un giro de 180 grados”.
Ecuador está en medio de países que tienen una línea de izquierda como es el caso de Pedro Castillo en Perú y de Gustavo Petro en Colombia, manifiesta Pérez. Añade que este bloque “podría afectar a la Presidencia de Lasso por las discrepancias ideológicas que pueden nacer de esta mega alianza latinoamericana”.
Sin embargo, proyecta que la parte diplomática de Ecuador tendrá un rol para “desmarcarse de la ideología, aunque es muy complicado, y presentar una visión de país en relación a los acuerdos económicos y proceso de integración”.
Por el contrario, el analista Crespo dice que las relaciones comerciales de Ecuador con Brasil “suelen ser bastante pragmáticas”, pero Ecuador tiene otras relaciones “mucho más importantes”.
Es decir, el comercio entre ambos países no se verá alterado si gana uno u otro candidato, pero en “en términos de visión ideológica y un alineamiento regional, evidentemente, el viraje de Brasil (hacia la izquierda) va a sentirse”, explica.
Apunta que la identificación de Lula con el Socialismo del Siglo XXI y con figuras como la de Rafael Correa, de alguna manera, va a presionar a la imagen internacional de Ecuador. “Se la va a ver más aislada y de alguna manera esto le favorece al correísmo, en el sentido de que ahonda más esa presión que está ejerciendo sobre el Gobierno de Guillermo Lasso de cara a las próximas elecciones”, según Crespo. ¿Cómo? Como una propaganda de que Lasso se va quedando solo a nivel regional, acota.
Pero si Bolsonaro gana y continúa un periodo más como Presidente se prolongará un “populismo de la ultraderecha brasilera” con un “peligro no solamente en las relaciones internacionales sino a la interna de ese país”, expone Pérez al indicar que su gestión ha sido cuestionada, como el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19.
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