Diálogo con acusaciones de golpe blando

Por segundo día consecutivo, aunque en otro escenario, el presidente Rafael Correa se reunió con autoridades locales dentro del Diálogo Nacional el 23 de julio del 2015, en el Colegio 24 de Mayo, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Por segundo día consecutivo, aunque en otro escenario, el presidente Rafael Correa se reunió con autoridades locales dentro del Diálogo Nacional el 23 de julio del 2015, en el Colegio 24 de Mayo, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Por segundo día consecutivo, aunque en otro escenario, el presidente Rafael Correa se reunió con autoridades locales dentro del Diálogo Nacional el 23 de julio del 2015. La cita fue en el Colegio 24 de Mayo, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Una nueva jornada de las conversaciones emprendidas por el Gobierno se dio este jueves, 23 de julio del 2015, en el norte de Quito. A un periodista se le pidió su libreta de apuntes.

Ante un auditorio lleno y al grito de "Sigue Correa Sigue", el presidente Rafael Correa arribó a una nueva mesa de diálogo, en el proceso que se lleva a cabo en distintos puntos del país. La mañana de este jueves 23 de julio, en el Teatro del Colegio 24 de Mayo (norte de Quito), el turno para este proceso fue para servidores públicos: gobernadores, jefes y tenientes políticos.

A su llegada, el Mandatario dijo que están manteniendo reuniones con las bases, que no se dejarán de unos cuantos "golpistas" y que la mejor estrategia para el paro -anunciado por gremios y organizaciones indígenas para el 13 de agosto- es trabajar ese día.

Y aunque las conversaciones y los acuerdos son las premisas anunciadas en las jornadas de conversaciones, las acusaciones no se hicieron esperar. El ministro del Interior, José Serrano, calificó a las manifestaciones de la oposición al Régimen como la segunda vez que atacan las fuerzas de la contrarrevolución buscan derrotar al presidente y destruir la revolución ciudadana.

La primera fue el "funesto 30 de septiembre, que costó la vida de cinco compatriotas e intentaron matar al Presidente". Y aseguró que han iniciado el camino al golpe blando. "Salen a las calles buscando la confrontación y la violencia, seguramente buscando un ciudadano muerto".

En el encuentro, Serrano fue el más ovacionado después de Correa, pero empezó su discurso mencionando que, en tono jocoso, los aplausos eran porque el Ministerio del Interior paga el sueldo de los funcionarios asistentes.

La secretaria nacional de la Gestión Política, Viviana Bonilla, aunque desde el Gobierno ha sostenido que el diálogo es para todos, aseguró que no van a hablar de distribución de la riqueza con evasores ni de justicia social con conspiradores.

El diálogo nacional tiene como objetivo, agregó, incentivar a la ciudadanía para platear propuestas coherentes, serias, con sustentos.

Y Serrano se mantuvo firme en su teoría del golpe y, como en otras ocasiones, afirmó que la oposición ha contratado asesores internacionales. "Ya pusieron una bomba, ya están tratando de matar a ciudadanos con uniforme y sin uniforme.Ya no es tiempo de contemplaciones".

Bonilla, en cambio, a propósito del paro hizo un recuento de la historia de estas protestas en el país y, para ella, las condiciones que motivaron esas paralizaciones (paquetazos, falta de servicios...) no son parte del Ecuador actual. Y encargó una misión a los actores de los diálogos: ser multiplicadores del mensaje de un "proceso histórico", refiriéndose a la gestión del actual Gobierno.

La prensa tuvo acceso al evento solo por alrededor de 20 minutos. En los exteriores del teatro, a un periodista de un medio impreso, quien por unos minutos se quedó en el corredor, personal de seguridad le solicitó la credencial del medio y revisaron la libreta de apuntes.

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