La posibilidad de que las municipalidades recobren su protagonismo en un escenario político copado por un Gobierno Central fuerte está en discusión.
Dos factores han encendido este debate. Por un lado están los resultados electorales del 23 de febrero pasado, que pintaron una correlación de fuerzas diversa en el mapa político en las capitales provinciales.
Por otro lado figuran las entrevistas que el alcalde electo de Quito, Mauricio Rodas, sostuvo la semana anterior con los candidatos triunfadores en Cuenca y Guayaquil.
Esas reuniones rememoraron la estrecha colaboración que tuvieron los alcaldes de las principales ciudades desde el 2000, cuando el país soportaba la crisis política generada por el quiebre del sistema bancario.
Por entonces tomó vuelo el municipalismo, como una opción para resolver los problemas cotidianos ante los problemas de gestión de presidentes debilitados por las crisis.
Sin embargo, esta corriente experimentó una suerte de declive, a raíz de la llegada de Rafael Correa al poder, quien fortaleció política y legalmente al Gobierno central.
¿Es posible que el municipalismo recobre esa influencia a partir del nuevo período, que se inaugurará el 14 de mayo? El alcalde Rodas señala que el objetivo de sus visitas a Marcelo Cabrera (ex-ID) en Cuenca y a Jaime Nebot (PSC) en Guayaquil fue retomar esa línea de acción que, a su juicio, fue descuidada en los últimos años.
“Es una visión de cooperación más allá de la bandera política de los gobiernos locales, que son los que están más cercanos a los ciudadanos”.
En ese punto hay similitud en el municipalismo de años atrás. En esas reuniones había alcaldes de distinto signo político. Así, podían coincidir Paco Moncayo (ID), Nebot, Fernando Cordero (Nuevo País) y Auki Tituaña (Pachakutik).
En este punto, Rodas advierte que en su planteamiento de cooperación también incluye el trabajo coordinado con las autoridades nacionales.
De ahí que enfatice que no hay contradicción con su presencia de inicios de mes en Carondelet por invitación de Correa, con su visita a los alcaldes de Cuenca y Guayaquil.
Agendas distintas
La agenda y el escenario político en el que se desarrollaron los gobiernos municipales en la década anterior ha sufrido varias transformaciones.
Por entonces, sus principales caballos de batalla eran la exigencia de las transferencias de recursos al día, el impulso de la descentralización de competencias y la toma de partido frente a temas nacionales.
Uno de los ejemplos más evidentes fue la crisis de la Función Judicial en 2004, luego de que el Congreso reorganizara a la antigua Corte Suprema.
El politólogo Jorge León apunta que ese escenario ha cambiado, a partir de lo que llama una visión “recentralizadora” del poder impulsada por el gobierno de Correa.
Sus palabras se refieren a que si bien la Constitución y el Código Territorial (Cootad) han entregado más competencias y fondos a los gobiernos locales, en la práctica han perdido peso frente al Régimen central.
“La problemática ha cambiado: los gobiernos seccionales han perdido presencia pública y autonomía (…) La ‘revolución urbana’ era una forma de intervención urbanística”, dice.
Desde esa perspectiva, León cree que la presencia de Rodas en Cuenca y Guayaquil se convierte en un mensaje político, de que los gobiernos son un contrapeso natural de la gestión central del Estado.
Los resultados electorales, al parecer, pueden contribuir en ese equilibrio con el Ejecutivo.
La razón: ninguna organización política captó más del 50% de alcaldías o prefecturas.
Y si bien Alianza País tiene el mayor número de cabildos, solo ganó en una de las 10 ciudades más pobladas. A esto se suma que las capitales de provincias están distribuidas entre Creo (5), A. País (4), SUMA (4), Avanza (3), PSC (2), PSP (1) y movimientos regionales (5).
En este escenario, Moncayo destaca la iniciativa de Rodas de activar al municipalismo, como una forma de retomar el liderazgo del Alcalde de Quito. Pero advierte que se debe tener cuidado de no nacionalizar la agenda. “La gente quiere que sus autoridades locales estén enfocadas en la gestión local”.
En contexto. El municipalismo fue una alternativa política en el país en la década pasada, pero que perdió peso a raíz de la llegada del presidente Rafael Correa al poder. El futuro alcalde de Quito, Mauricio Rodas, pretende dar un nuevo impulso a esta corriente política.