El presidente de Ecuador, Rafael Correa, admitió ayer su apoyo a “cualquier demanda” que realicen los familiares de los fallecidos en la revuelta policial del pasado 30 de septiembre, según información difundida por el portal web de El Ciudadano.
“Eso fue un crimen por parte de instituciones del Estado”, expresó ante los periodistas guayaquileños.
Correa reaccionó así, ante la aceptación en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de un reclamo de indemnizaciones para las familias de los cinco fallecidos en esa rebelión de los gendarmes que buscaba fines salariales.
El mandatario, sin embargo, dijo que la petición internacional no cumple con el requisito de agotar las instancias judiciales internas, pero que la apoyará si se realiza “con humanidad, justicia y solidaridad”.
Correa pidió que esta acción no sea manejada políticamente y anunció investigaciones sobre el incumplimiento de las ayudas directas que prometió a uno de los fallecidos.
“Qué horror que no se haya cumplido”, dijo, resaltando que con la mayoría de ofrecimientos como protección a infantes y bonos de vivienda sí se cumplió.
Ayer, la CIDH notificó al abogado ecuatoriano Roberto López que había aceptado el proceso de reclamo al estado Ecuatoriano por indemnizaciones económicas para los familiares de cinco fallecidos en el alzamiento policial ocurrido en Ecuador en septiembre pasado, que puso en peligro el orden democrático en el país.