Santiago de Chile, ANSA
Con una sonrisa permanente y en medio de una campaña multicolor -bajo el lema “súmate al cambio”- el empresario Sebastián Piñera aparece favorito en las encuestas para ganar el balotaje del domingo próximo en Chile, y poner fin a 20 años de gobiernos de la Concertación por la Democracia, de centro izquierda.
Piñera, 60 años, con acciones en unas 40 empresas de diversos rubros y una fortuna estimada entre 1 200 y 2 000 millones de dólares, basó su campaña en dos ejes simples: un millón de nuevos empleos y poner fin a la “puerta giratoria” para impedir que los delincuentes recobre su libertad.
Hace cuatro años, Piñera perdió por 486.000 votos (un siete por ciento) en el balotaje con la médica pediatra socialista Michelle Bachelet, quien se convirtió en la primera mujer que alcanzó la presidencia en Chile.
“Conocí la derrota tras perder esa elección presidencial en segunda vuelta, pero lejos de desmotivarme, me permitió volver con más ganas y fuerzas”, confesó Piñera.
Hoy, encabezando la “Coalición por el Cambio”, está convencido de que el próximo domingo “los chilenos se van a pronunciar en forma fuerte y clara. Estoy muy convencido que vamos a obtener un triunfo histórico”.
Piñera completó una campaña electoral de cuatro años apuntando a conquistar el voto del centro político, destacando su cercanía con la Democracia Cristiana, la contribución de la oposición a Bachelet en el Parlamento para respaldar iniciativas gubernamentales.
E incluso se comprometió “a fortalecer y ampliar la red de protección social”, instalada por la mandataria “para que cubra a la clase media que lo requiere y necesita”.
En la búsqueda del voto “concertacionista”, Piñera recordó que votó por el “no” al ex dictador Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988.
Empero, consultado en las últimas semanas respecto de si incorporará a pinochetistas a su gabinete, dijo que “no es un pecado” haber colaborado con el régimen militar.
En la primera vuelta del 13 de diciembre, Piñera obtuvo un 44,05 por ciento que consolidó su imagen de triunfo frente a una Concertación que llevó tres candidatos.
“Quieren respuestas en español, francés o inglés”, saludó un Piñera eufórico a la prensa extranjera, al día siguiente de su triunfo arrollador en la primera ronda electoral.
En la oportunidad se molestó por la comparación con Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano, quien también es propietario de una red de televisión y de un club de fútbol.
Piñera también estimó “una majadería y parte de una campaña que falta a la verdad” la acusación de mezclar política y negocio al no querer desprenderse hasta hoy de su participación mayoritaria en la aerolínea Lan Chile, Chilevisión y el club de fútbol Colo Colo.
“Me comprometí a vender algunas empresas para poder dedicarme en cuerpo y alma a ser Presidente de la República y trabajar para todos los chilenos sin ninguna distracción. Siempre he dicho que antes de asumir la presidencia voy a tener absolutamente resuelto ese tema” , sostuvo.
Los negocios son el talón de Aquiles de Piñera y el punto más bajo que ha marcado durante los debates cuando un periodista le espetó que “no suelta una liana antes de tener asegurada la otra” y que hasta que no tenga presidencia asegurada, no se desprenderá de sus principales firmas.
(ANSA).