El Papa Francisco hace un gesto hacia los fieles cuando llega a la audiencia general semanal el 4 de diciembre de 2019 en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Foto: AFP
Un grupo de 33 solicitantes de asilo llegaron el miércoles 4 de diciembre del 2019 a Roma desde los campamentos de la isla griega de Lesbos para ser acogidos por el Vaticano y por la Comunidad de SantEgidio, en una iniciativa que sigue el deseo expreso del propio papa Francisco.
Los refugiados llegaron al aeropuerto romano de Fiumicino: se trata de varias familias, algunas con sus bebés en brazos, de diferentes países del mundo, como Afganistán, Camerún o Togo.
Su llegada a Italia se produjo de acuerdo con el Ministerio del Interior italiano y mediante un corredor humanitario desde la isla de Lesbos, donde vivían en campamentos de refugiados, y se espera otro grupo de diez personas en los próximos días.
En el aeropuerto les esperaban los representantes de los dos entes que se harán cargo de su acogida e integración: el fundador de la Comunidad de SantEgidio, Andrea Riccardi, y el limosnero del papa, el cardenal polaco Konrad Krajewski.
Este último en una rueda de prensa se dirigió a la jerarquía de la Iglesia católica, a purpurados, obispos, presbíteros y religiosos, para que abran “los conventos y los monasterios” y acojan en cada uno a “al menos una familia” para “vaciar” los campos de refugiados.
“Abramos nuestras casas y nuestros palacios, hay espacio, y también hay recursos”, refirió el cardenal, siguiendo la recomendación del Papa de destinar los inmuebles de la Iglesia a la acogida de los más necesitados.
Entre las personas que llegaron hoy a Roma está Essoessinam, una joven cristiana natural de Togo; el afgano Said Mohammad, acompañado por su esposa y su hija de tres años, y Kasra, otro niño afgano de 2 años al que en el grupo llaman “Ciccio”, informa el Vaticano.
El papa pidió hace unos meses a su limosnero que viajase a Lesbos para renovar su solidaridad al pueblo griego y a los refugiados, en recuerdo del viaje que hizo en abril de 2016 y tras el que volvió en el mismo avión con doce refugiados pertenecientes a tres familias.
En ese momento comenzaron las negociaciones entre organismos competentes para poder acoger a otro grupo de refugiados que se encuentran en la isla, y finalmente el Ministerio del Interior italiano autorizó este pasillo humanitario.
Por ello, el limosnero viajó el pasado lunes a Lesbos para, junto con algunos responsables de la Comunidad de SantEgidio, traer a Italia a un primer grupo de 33 personas.