El humor que acompañó al Papa en Japón

El Papa Francisco reacciona después de recibir un regalo durante su visita a la Catedral de Santa María en Tokio, Japón, el 25 de noviembre de 2019. Foto: EFE

El Papa Francisco reacciona después de recibir un regalo durante su visita a la Catedral de Santa María en Tokio, Japón, el 25 de noviembre de 2019. Foto: EFE

El papa Francisco desembarca de un avión a su llegada al aeropuerto de Haneda en Tokio, Japón, el 23 de noviembre de 2019. El Papa está en un viaje de ocho días para visitar Tailandia y Japón. Foto: AFP

El viaje del papa Francisco a Japón, país que soñaba visitar desde joven, estuvo marcado por las conmovedoras conmemoraciones de los bombardeos nucleares de 1945, pero también por momentos divertidos y algunas sorpresas.

El selfie del alma

Frente a los jóvenes en Tokio, el Papa, de 82 años, que se dirigió siempre en español, con frecuencia improvisó, bromeó y en ocasiones se detuvo para preguntar: “¿Se están aburriendo con el discurso o puedo seguir?”. A las nuevas generaciones pidió que no se “miren demasiado en el espejo” y comentó con su habituales salidas literarias: “ Se han inventado muchas cosas, pero gracias a Dios, los selfies del alma aún no existen”, dijo.

El Papa Francisco reacciona después de recibir un regalo durante su visita a la Catedral de Santa María en Tokio, Japón, el 25 de noviembre de 2019. Foto: EFE

El traje japonés  

Cuando le regalaron una de esas coloridas chaquetas llamadas 'happi' en Japón, que suelen usarse durante las festividades públicas, con  su retrato en el reverso entre flores de cerezo y el mensaje “Te amamos” en español, quedó tan contento que la colocó sobre su sotana blanca y levantó el pulgar en dirección a la audiencia como gesto de aprobación.

El papa Francisco se prueba un recuerdo regalado por sus simpatizantes en la catedral de Santa María en Tokio el 25 de noviembre de 2019. Foto: AFP


Sol y sombra 

El papa soportó todos los clima que Japón puede ofrecer. Fue recibido a la llegada el sábado 23 de noviembre del 2019 por un clima muy húmedo y ráfagas de viento que arremolinaron su sotana. Truenos y relámpagos precedieron su discurso el domingo 24 en Nagasaki, obligando a quienes habían acudido a refugiarse bajo impermeables transparentes. El pontífice estuvo protegido por un ejército de paraguas y habló bajo una lona transparente.

El Papa Francisco visita el Hypocenter Park en Nagasaki, Japón, el 24 de noviembre de 2019. El Papa está en una visita de cuatro días a Japón, que será la primera en 38 años y la segunda en la historia. Foto: EFE

Ya frente al monumento, rezó al aire libre y su cabeza inclinada mojada por la lluvia, fue una de las imágenes del día. Unas horas más tarde, el clima había cambiado por completo y la multitud que asistía a la misa en el estadio de béisbol de Nagasaki tuvo que protegerse esta vez de los rayos del sol.

Con el corazón en la mano

El lunes en Tokio, un joven de 17 años contó en público su terrible experiencia cuando fue evacuado con su familia de Fukushima y de cómo sufrió por el acoso de sus compañeros adolescentes, tanto que quería suicidarse. Con una voz fuerte pero temblando por la emoción, Matsuki Kamoshita pidió a los adultos que nunca más oculten a su generación los horrores de una catástrofe nuclear: “No quiero que mueran sin haber reconocido nada”, dijo. Al final de su discurso el pontífice tuvo un largo intercambio con el joven, quien abrazó al papa en un enternecedor impulso espontáneo.

Una fotografía de los medios del Vaticano muestra que el papa Francisco se reúne con las víctimas del desastre de la planta nuclear de Fukushima el 11 de marzo de 2011 en Tokio, Japón, el 25 de noviembre de 2019. Foto: EFE

Como una estrella de rock

Al ingresar en papamóvil al estadio Tokio Dome, donde una multitud emocionada de unas 50 000 lo esperaban, el papa saludaba a los asistentes con la mano, giraba a la izquierda y a la derecha, sonreía, mientras recibía a los bebés que los guardaespaldas le ofrecían para darles un beso en la frente. Mano a mano que recibía un bebé, los gritos de la audiencia se duplicaban.

Al descender del vehículo para saludar a los fieles, fue 'atacado' por los fieles que lo rodeaban en busca de un momento con él. “Programa cargado para el pontífice rock-star”, tituló el martes el diario Nikkan Sports.

El papa Francisco saluda a su llegada para una misa sagrada en el estadio Tokyo Dome en Tokio el 25 de noviembre de 2019. Foto: AFP

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