La venta de medicamentos en el país sigue en aumento y las farmacéuticas nacionales quieren aumentar su participación.
Entre enero y noviembre del 2010, solo en el sector privado se movieron USD 875 millones, un 7% más que el año previo. Al monto anterior hay que sumar las compras que realiza el Estado y que suman unos USD 300 millones anuales, según la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos del Ecuador (ALFE).La mayor parte de los medicamentos que se comercializan en el país es importada, aunque la participación nacional ha venido aumentando, llegando al 26,4% el año pasado, según un estudio del Ministerio de Industrias y el Ministerio de Salud.
Esta situación se refleja en la estructura de un sector con 130 laboratorios farmacéuticos, pero los 10 que más venden son empresas multinacionales.
Desde diciembre pasado, el Gobierno lleva adelante una campaña para producir localmente parte de los medicamentos importados. En teoría, eso fortalecerá la industrial local y reducirá la importación de medicamentos, la cual está presionando al déficit comercial del país.
Para eso, los ministerios de Industrias, Salud y Coordinador de la Producción están definiendo la lista de medicamentos que se producirán localmente con la tecnología disponible en el país.
La directora de la Cámara de Industriales Farmacéuticos Ecuatorianos (CIFE), Juana Ramos, indicó que tres de los tipos de medicamentos ya se elaboran en el país y tranquilamente podrían sustituir a los importados.
Estos son los antiinflamatorios no esteroideos (conocidos como Aines), las vitaminas y minerales, y los antibióticos, con excepción de aquellos que requieren un nivel mayor de tecnología.
Ecuador importó USD 104 millones en vitaminas y antibióticos entre enero y noviembre del 2010, según el Ministerio Coordinador de la Producción.
Asimismo, las compras al extranjero de Aines sumaron USD 40 millones el año pasado, según la CIFE. De ahí que la medida de sustituir importaciones le generaría unos USD 150 millones anuales a los laboratorios locales.
Ramos sostiene que antes de hacer una lista de los medicamentos sustituibles se debe delinear los criterios de selección.
Ella propone tres: que no exista un solo día de desabastecimiento de los productos, que la calidad alcance estándares internacionales para que no afecte la salud y que ayude a equilibrar la balanza comercial del país.
La sustitución de importaciones es una medida que preocupa a las farmacéuticas multinacionales. El director médico de Roche, Enrique Terán, explica que el mercado ecuatoriano es muy pequeño para producir en el país y que es más rentable importar los medicamentos desde México o Brasil, donde los costos de producción son menores por los altos volúmenes de fabricación.
Terán añade que aún no existe la capacidad para producir una buena cantidad de fármacos localmente, como los utilizados en el tratamiento del cáncer. Lo anterior implica altas inversiones, años de investigación, desarrollo de ingeniería genética, etc.
Advierte, sin embargo, que desde su casa matriz en Suiza, se analiza la posibilidad de maquilar algunos productos en laboratorios nacionales, en caso de concretarse la restricción de importaciones a varios medicamentos.
El gerente del laboratorio nacional Farmacid, Roberto Cid, está listo para ese reto. De hecho, dijo que su empresa ya maquila medicamentos con el aval de firmas farmacéuticas alemanas, estadounidenses y canadienses.
Advierte que lo importante es realizar alianzas estratégicas con empresas multinacionales para fabricar sus productos a cambio del transferencia de tecnología.
“No tiene sentido pelearnos, tenemos que aliarnos porque ellos tienen la tecnología”, indica.
20% de utilidad al fabricante
El borrador del reglamento para la fijación de precios de los medicamentos, que el Ministerio de la Producción hizo público el viernes, establece un 20% de utilidad para los importadores o fabricantes de productos farmacológicos bajo el régimen de libertad regulada.
Esto último implica que un Consejo Nacional de Fijación de Precios establecerá los precios para las medicinas consideradas estratégicas en el país.
Según el viceministro de la Producción, Mauricio Peña, la idea es tener un mayor control de los costos que se pone a ciertas medicinas, principalmente a aquellas que tienen un solo competidor en el mercado.
“En el pasado la situación era inmanejable. Al Ministerio de Salud le tocaba regular los valores de 11 000 productos. Ahora nos encargaremos del proceso y tomaremos en cuenta el comportamiento competitivo de los productos farmacéuticos”.
Para aplicar la regulación, el fabricante o importador deberá proponer un precio y presentar una amplia documentación sobre la situación financiera de la empresa, certificaciones de calidad del producto, entre otros.
Un documento fundamental será el estudio auditado de costos de cada producto, que deberá ser elaborado por una empresa certificada por la Superintendencia de Compañías, donde se deberá establecer que con ese valor la utilidad no superará el 20% estipulado por la Ley.
El Estado determinará si se acepta o no el precio propuesto. Este valor final no podrá superar el techo que imponga para estas medicinas el Consejo Nacional de Fijación de Precios.
Ello servirá para evitar que los productos sin competencia alcancen costos altos, como argumenta el Gobierno. Según Juana Ramos, representante de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos del Ecuador, este tipo de medicinas puede costar USD 46, cuando las que sí tienen competidores tienen un valor promedio de USD 3,75.