El sector turístico está afectado en la ciudad de Cuenca

El restaurante Cuchara, en el centro de Cuenca, suspendió su funcionamiento. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

El restaurante Cuchara, en el centro de Cuenca, suspendió su funcionamiento. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

El restaurante Cuchara, en el centro de Cuenca, suspendió su funcionamiento. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

Las obras del tranvía en el centro de Cuenca, la suspensión de vuelos por la restricción en la pista del aeropuerto Mariscal La Mar, la competencia desleal y la crisis económica afectan al sector hotelero de la capital azuaya.

En esta época, dice el presidente de la Asociación Hotelera de Azuay, Juan Pablo Vanegas, el promedio de ocupación en los sitios de hospedaje del Centro Histórico de la ciudad oscilaba entre el 45% y 50%.

En la actualidad, alcanza el 36% en el centro y en las zonas donde se ejecutan las obras como las calles Gran Colombia y La Mar, la ocupación no supera el 10%. En esta última situación están 18 hoteles y en todo el centro existe más de 40.

Por esa razón, agrega Vanegas, los empresarios optan por vender sus establecimientos. “Hay 14 hoteles en venta, en la actualidad”. Además, se suprimieron fuentes de empleo. Es decir, explica Vanegas, no se cubren puestos cuando hay renuncias.

Ante esta situación, la mañana de este miércoles 1 de junio de 2016, los miembros de la Asociación Hotelera de Azuay se reunieron con la denominada mesa de turismo del Municipio de Cuenca para analizar los problemas y buscar soluciones.

Entre los primeros temas debatidos están la necesidad de mejorar la movilidad en el centro y las operaciones del aeropuerto Mariscal La Mar.

Otro planteamiento es que se permita el funcionamiento de las denominadas busetas turísticas, que brindan el servicio de transporte, dice Vanegas. “Son una opción para viajar desde Guayaquil cuando se suspenden los vuelos”. Sobre el aeropuerto Mariscal La Mar pesa una restricción por parte de la Dirección General de Aviación Civil, que estable que los vuelos suspenden cuando la pista está mojada.

Según Vanegas, también se analizaron otros temas como seguridad y el control a los sitios de alojamiento que no tienen autorización. “Las reuniones continuarán, por lo menos unas tres por mes”.

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