USD 500 millones de financiamiento externo para que las entidades financieras nacionales canalicen créditos a la microempresa están en riesgo de no ingresar al país como efecto del incremento del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).
El año pasado, el Gobierno y la Asamblea aprobaron un paquete tributario que incluía el aumento del ISD, del 2 al 5%, con lo que los pagos que deberían realizar estas instituciones por concepto de fuentes de financiamiento externa también se incrementaron.
“La medida ya está afectando. El año pasado cerramos una línea de financiamiento por USD 15 millones para destinarlos a actividades productivas. Pero no lo podemos ejecutar porque ya no nos resulta sostenible”, señala Pedro Arriola, vicepresidente Ejecutivo de Banco ProCredit.
Según explica el ejecutivo, la línea de crédito era para cinco años y en cada pago deben incorporar el 5% de ISD, tanto por capital como por intereses. “El costo aumentó en 33%. Y así no podemos colocar créditos en el país”.
Klaus Hesse, gerente General del Banco Finca, también afirma que el actual ISD les prohibe atender a los micreompresarios. “El 20% de nuestros clientes piden créditos de USD 500. El 55% de USD 1 000. No somos un banco comercial, sino que queremos apoyar al micreompresario”.
Por esa razón, los directivos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE) se reunirán mañana con la ministra Coordinadora de la Política Económica, Jeannette Sánchez, para remitir la preocupación. El planteamiento es que se incorpore una excepción dentro de la normativa.