El impacto de la invasión rusa a Ucrania ocasionó una drástica contracción en la economía de los ecuatorianos que viven en Europa y EE.UU. Hay quienes buscan otros empleos para mejorar sus ingresos y cubrir necesidades.
Los ecuatorianos residentes en España, Italia y EE.UU. están angustiados por el incremento del precio de bienes y servicios. “No hay dinero que alcance y la guerra ha generado un caos”, dice la ecuatoriana Emilia Castillo.
Ella vive en Bilbao, comunidad española que soporta siete días de huelga de los camioneros por el alza del diésel, que es un derivado del petróleo cuyo barril se ubicó el viernes 18 de marzo del 2022 en USD 109,54 en el mercado de futuros de Londres, cuando en febrero estuvo en USD 94,21.
Rusia es el tercer mayor productor de crudo del mundo, luego de Estados Unidos y Arabia Saudita. El 30% del petróleo y el 40% de gas natural de ese país va a la Unión Europea. Por la invasión rusa, algunos países europeos disminuyeron sus importaciones.
Todo eso ha provocado nerviosismo e incremento de costos de los derivados a escala mundial. Es el termómetro que mide el impacto de la guerra, dice Walther Sinche, presidente de la Alianza Ecuatoriana Internacional, que tiene su sede en Queens, Nueva York.
El 10 de este mes, el valor del litro de gasolina llegó a su nivel histórico en España cuando superó los dos euros (USD 2,20). Esta semana ha disminuido, pero es mínimo, comenta Castillo.
Así, el pasado viernes la gasolina se ubicó en 1,94 euros (USD 2,15) el litro y el diésel en 1,86 (USD 2,06). Para el migrante guayaquileño, Carlos Ramos, estas cifras siguen por encima de lo normal, quien hasta febrero gastaba USD 50 euros quincenales (USD 55,33) en gasolina y ahora 70 (USD 77,46).
Castillo fue el viernes pasado al supermercado y las perchas estaban vacías por el bloqueo de los camioneros. “No hubo mariscos, leche, frutas, legumbres, verduras ni pan”. El litro de aceite que costaba 1 euro (USD 1,10) pasó a 3,25 (USD 3,60). El valor del kilo de tomate y puerro también se triplicó.
“Por la guerra, el kilovatio de energía subió, al igual que el gas natural que utilizamos para cocinar, la calefacción de los departamentos en invierno y para ducharnos, comenta María Parrales, otra migrante que vive en España.
A esto se suma la caída del euro frente al dólar, que necesitan para enviar a sus familias en Ecuador. Antes, con menos euros obtenía más dólares y ahora es a la inversa porque los bancos pagan menos, explica Parrales. Cada mes manda USD 800 a su familia en el cantón orense de Santa Rosa para la comida y el pago de un crédito.
Para alcanzar ese monto, hasta febrero depositaba unos 740 euros y este mes fueron 810. Además, tenía planificado visitar a su familia en diciembre próximo y el mes anterior cotizó el pasaje a USD 720, pero en esta semana subió a 1 400.
“Es una barbaridad lo que estamos viviendo”, se lamenta Parrales. Ahora, trabaja los fines de semana para cubrir los gastos no previstos y conoce a otros ecuatorianos que hacen lo mismo. “Las deudas y la alimentación no esperan”.
Por esta situación, la inflación en España llegó al 7,6% en febrero anterior con la previsión de que en marzo supere el 8%. La misma tendencia hay en Italia y EE.UU.
El orense Homero Quezada vive desde hace 20 años en al ciudad italiana de Milán. Según él, nunca había vivido una situación tan crítica para su economía. “Con la pandemia ya nos enfrentamos a una crisis, pero la guerra lo agravó. Alguien tiene que parar esto”.
Quezada cuenta que no hay producto ni servicio que no haya subido. Por ejemplo, en enero pagó 72 euros (USD 79,67) por el consumo de gas de su familia (tres personas) y este mes fueron 108 euros (USD 119,50). El kilo de pollo pasó de tres a seis euros (USD 6,64), “porque el balanceado viene de Ucrania”.
Antes, él gastaba unos 600 euros (USD 663,91) en alimentación y servicios básicos y ahora más de 1 000 (USD 1 106,52). Por esta situación, en este mes envió menos dinero a su familia. Tiene la esperanza de que la situación mejore a corto plazo para reponerse.
Por las noticias, él conoce que el Gobierno de Italia -mediante decreto- reducirá 25 centavos de euro (USD 0,28) el litro de combustibles hasta el 30 de abril, para paliar la escalada de precios.
Otros países como España, Portugal y Francia, donde también residen ecuatorianos, aplicarán medidas compensatorias similares.
Según Sinche, el aumento de precios afecta al bolsillo de los migrantes en todos los niveles, sin embargo, no han dejado de enviar dinero a sus familias. “Mandan menos, pero Ecuador seguirá recibiendo las remesas”.
Según él, no habrá una reducción porque llegaron más migrantes debido a la crisis generada en Ecuador por la pandemia y envían su dinero para cancelar las deudas y ayudar a sus familias.