Entrevista a, Roberto Castillo, director del INEC sobre los datos estadísticos de empleo y el censo a la población en Ecuador.
¿Por qué se ha dado un cambio en la metodología de las estadísticas de empleo?
En las últimas semanas se ha hecho una revisión exhaustiva de la producción de estadísticas. Durante la pandemia, desde marzo de 2020, por razones propias de la pandemia y luego por un tema presupuestario, la encuesta sufrió muchas modificaciones y esas modificaciones se expresan en rupturas de series que impiden su comparación. Así que hemos reconstruido las estadísticas para que tengan el mismo termómetro de antes de la pandemia para que los usuarios puedan analizar y comprender el impacto de los fenómenos en el marco de la pandemia.
Esto registra algún cambio en el tema de empleo.
No. La tendencia es parecida en los indicadores de empleo. Pero ahora podemos comparar los niveles, por ejemplo, de desempleo con lo que ocurría antes de la pandemia. En el tema de pobreza por ingresos sí se dio un ajuste en diciembre del 2020. Con el parámetro anterior se había ubicado a la pobreza en el 32,4%, con el ajuste es del 33%. En número de hogares estamos hablando de unos 200 000 hogares. Por eso es importante que la métrica refleje el nivel de pobreza sino estaríamos invisibilizando a esos hogares que cayeron en la situación de pobreza en el contexto de la pandemia de cara a políticas públicas en su favor.
¿Qué otros ajustes son de esperar o cambios?
Básicamente es cumplir algunas deudas históricas del Instituto Nacional de Estadística y Censos. En tres meses presentaremos una primera cifra de empleo informal, que es uno de los principales problemas de trabajo en el Ecuador. Otros temas en los que ya estamos trabajando es dotar a las encuesta de un enfoque de género en la producción de estadísticas de mercado laboral para poder conocer el sexo, el género y la orientación sexual de la población económicamente activa. Agregaremos más preguntas para poder entender, por ejemplo, el teletrabajo: conocer la carga laboral, donde viven, etc.
¿Se ajustarán conceptos como el subempleo, que en el 2014 se modificó?
Vamos a trabajar en la actualización de la forma en que se concibe la población económicamente activa, la población con empleo, la población en desempleo, etc. En el 2014 se hizo una primera actualización de la medición. No obstante, se tiene que hacer una modernización integral.
¿Cómo va el nuevo censo? En primera instancia se preveía hacerlo en el 2020, luego en el 2021.
Estaba inicialmente planificado levantar la fase de empadronamiento en noviembre de 2020, pero con la pandemia esta fase se ha postergado a noviembre del 2022.
¿Cuánto se ha destinado a este proceso?
Desde el 2017 hasta la fecha se han devengado USD 22 millones o 23 millones del presupuesto previsto. Esos recursos han servido para hacer lo que se conoce como actualización cartográfica, que es un gran mapa detallado de todas las viviendas.
¿Se ha definido la metodología?
Les contaremos oportunamente cuáles van a ser las innovaciones, los correctivos, etcétera.
¿Cuál es el presupuesto total del censo?
Inicialmente, USD 77 millones.