En cuatro años y cuatro meses de operación, la central Coca-Codo Sinclair nunca ha dejado de estar en reparaciones, las cuales se iniciaron incluso antes de que la hidroeléctrica entrara en funcionamiento. En palabras sencillas, es como que su auto nuevo nunca saliera de la mecánica.
El mayor problema de la central, que es la más grande y costosa del país, han sido las fisuras encontradas en sus ocho distribuidores de presión, señaló Marcelo Reinoso, gerente de la Unidad de Negocio Coca-Codo Sinclair.
Un distribuidor tiene la forma de un caracol de acero gigante y tiene la función clave de recibir el agua, que baja a una enorme presión luego de caer por una tubería de 620 metros de altura, y distribuirla a las turbinas para generar energía. La primera intervención en estos aparatos se hizo en el 2014, es decir, incluso dos años antes de que la central arrancara sus operaciones.
Los distribuidores, que fueron construidos por la firma china Harbin, llegaron al país con fisuras, dijo Reinoso.
De acuerdo con un informe de Contraloría se encontraron más de 7 600 fisuras, todas estas fueron reparadas inicialmente, pero luego continuaron apareciendo nuevas fallas.
En el 2017 se abrieron las unidades 2, 3 y 4 para una inspección y se hallaron más defectos. “El problema seguía latente, llegamos a un acuerdo (autoridades de China y Ecuador) para contratar a la empresa alemana TÜV SÜD, para que se hiciera cargo del análisis”, señaló Reinoso.
Hasta ahora se han calificado nueve procedimientos de reparación para intentar corregir las fisuras, indicó Reinoso. Cada uno de ellos con distintos parámetros para la soldadura. Hasta este momento ya se han aplicado siete de esos procedimientos, pero sin éxito.
Carlos Baldeón, presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha, dice que al inicio las soldaduras no tuvieron un proceso técnico.
Además, agregó, “no tiene ningún sentido seguir reparando, pues se va deteriorando totalmente el material, ese no es criterio mío, eso está científicamente demostrado, el acero pierde todas las propiedades y comienza a fracturarse”.
Los procedimientos de reparación han incidido en la producción de energía, aunque no es el único factor.
Por ejemplo, el distribuidor de la unidad 8 ha sido el que menos energía ha generado. En estos cinco años su producción llega a 1 727 gigavatios por hora (GWh) al año, solo un tercio de lo previsto.
Este distribuidor estuvo parado prácticamente dos años (2019 y 2020) por reparación debido a las fisuras y también a una falla humana, dijo por escrito la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), la cual argumentó que por la pandemia se dificultó adquirir los repuestos y hacer el arreglo.
Otro problema es que hay fisuras en la parte externa de este distribuidor que no se han podido soldar, porque están cubiertas de hormigón, señaló Reinoso. Los distribuidores están empotrados en un bloque de 3 200 metros cúbicos de hormigón, que habría que demoler si se quiere reparar.
En mayo de este año, se pararon las unidades 5, 6, 7 y 8 para un mantenimiento mayor programado. Solo en la unidad 6 se encontraron 800 nuevas fisuras, el 20% mayor a 10 milímetros. Actualmente están en reparación. El costo de las reparaciones lo cubre la empresa china Sinohydro.
El mantenimiento de las cuatro unidades se realizará hasta agosto, mientras tanto la central está al 50% de su capacidad: 750 MW de potencia.
De la unidad 6, los técnicos extrajeron una muestra de acero y la enviaron a Alemania, para determinar cuáles serían las causas para la aparición de las nuevas fisuras. Está previsto que los resultados se conozcan esta semana.
Para los técnicos de la Celec, una de las razones de las fisuras es el tipo de acero que se utilizó en la construcción de los distribuidores. Se usó un acero estructural para vigas, puentes, edificios y no cumplía con el requerimiento para hacer envases para recibir agua a presión, dijo Reinoso.
Aún no se conoce la solución definitiva para las fisuras. Pese a todos los problemas, el reemplazo de los distribuidores no está contemplado por la Celec. “Eso significaría destruir la casa de máquinas y eso sería una pérdida millonaria para el país”, aseguró Reinoso.
Esa no es la opinión de Baldeón. Él asegura que se podría hacer el desmonte y cambio de los distribuidores sin afectar a la casa de máquinas. Calcula el costo en USD 200 millones, que debería asumir Sinohydro.
Además de los distribuidores, se intervienen dos turbinas que tienen desgaste en los rodetes y desprendimientos del revestimiento de carburo.
Desde que inició su operación hasta mayo pasado, la central ha generado 31 342 GWh, un 77% de lo esperado.
Cronología
Diciembre 2013. Se detectaron fisuras en las bridas (o uniones) del distribuidor de la unidad 1 de
la central.
Agosto y septiembre 2014. Se suscribe la metodología para la reparación de las fisuras y se hace la primera reparación.
Febrero 2015. La china Sinohydro reconoce defectos de soldadura en los distribuidores de las ocho unidades.
Mayo 2018. La Celec notifica de nuevas fisuras y se contrata a la firma alemana TÜV SÜD para que supervise su reparación.
Mayo 2021. Dentro de un proceso de reparación programado, se encuentran 800 nuevas fisuras
en la unidad 6.