El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó este lunes 4 de abril del 2022 el lugar de la presunta matanza cometida por tropas rusas en la localidad de Bucha, mientras las autoridades rusas mantienen que las imágenes de las “atrocidades” cometidas cerca de Kiev son un mero “montaje”.
“Tenemos que poder mostrar al mundo lo que ha ocurrido aquí, lo que han hecho las fuerzas rusas. Haremos que los responsables sean castigados. Todos los días encontramos casos como éste, esto es un genocidio“, aseguró Zelenski, dirigiéndose a la prensa internacional.
Las autoridades ucranianas cifraron en 340 los cadáveres ya enterrados en Bucha, ciudad que los soldados rusos abandonaron el 30 de marzo después de cometer ejecuciones sumarias, según Human Rights Watch.
Bucha, al Tribunal Internacional
Zelenski, que describió a los soldados rusos como “asesinos, verdugos y violadores”, subrayó la importancia de “llevar a la justicia internacional” esta matanza, que salió a la luz cuando Rusia decidió retirar sus tropas de la región de Kiev tras más de un mes de “operación militar especial”.
Las imágenes divulgadas incluyen a cientos de cadáveres en las calles, algunos con las manos atadas a la espalda, ejecuciones confirmadas por algunos vecinos y testigos presenciales.
La inteligencia militar ucraniana difundió en su página web los datos personales de 1 600 soldados rusos, desde nombre y apellidos a fecha de nacimiento y rango militar, integrados en las tropas que actuaron en Bucha.
La lista corresponde a los integrantes de la 64 Brigada Independiente Motorizada del Ejército ruso, que estaría implicada en la presunta matanza de civiles en esa ciudad.
“Así es como se verá a partir de ahora al Estado ruso (…) ¿Qué hizo el hombre que iba por la calle en bicicleta? ¿Para qué torturasteis hasta la muerte a civiles comunes y corrientes en una pacífica ciudad? (…) ¿Cómo se puede violar a mujeres y matarlas ante sus propios hijos? Qué hizo a vuestra Rusia la ciudad ucraniana de Bucha?”, dijo Zelenski en una alocución televisiva.
Rusia lo niega todo
El Kremlin rechazó “categóricamente todas las acusaciones” y demandó que los líderes occidentales no se precipiten a la hora de realizar “acusaciones gratuitas”.
“Como mínimo, que escuchen nuestros argumentos”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Fue más lejos el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien calificó la supuesta matanza de Bucha de “nuevo ataque con noticias falsas” contra Moscú, “montaje” supuestamente cometido justo después de que los soldados rusos abandonaran esa ciudad.
“Después de varios días se montó una escenificación que los representantes de Ucrania y sus patrocinadores occidentales muestran por todos los canales y las redes sociales”, señaló.
Lavrov considera que “dichas provocaciones son una amenaza para la paz y seguridad”, por lo que Moscú convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.