Purujosa, de la provincia de Zaragoza, España, con una área de poco más de 35 kilómetros cuadrados es considerada el pueblo más pequeño del mundo, con tan solo 35 habitantes. La sorprendente cifra fue reportada en el último censo que realizaron las autoridades para el 2021.
Este pequeño pueblo recorre alrededor de 200 metros y, a pesar de la pequeña cantidad de habitantes, la población tiene algunos problemas con la circulación en el lugar. Debido a que el tráfico es regulado con semáforos pero esta solo tienen una sola calle principal.
“Como podrás ver, la calle donde están es muy estrecha, si se encuentran dos vehículos no caben a lo ancho. Es el pueblo más pequeño del mundo con semáforo. Normalmente, se ponen en sitios con miles de personas. Incluso en ciudades pequeñas se apañan con señales”, comentó Mariano Sanjuán, exalcalde del pueblo al diario ‘Heraldo’ de España.
Instalación de los semáforos el pueblo
En 2001, el alcalde de ese entonces, Santiago San Martín Ibáñez, tomó la decisión de colocar un semáforo a cada extremo de la avenida para controlar el tránsito. Debido a su los trancones porque solo cabe un carro en la vía, siendo una problemática que afectaba diariamente a sus habitantes.
La empresa eléctrica, Illueca, fue la encargada de hacer la instalación. Y aunque la iniciativa se originó para solucionar el problema del tráfico, este semáforo dura cinco minutos en cambiar, que es lo que toma caminar de extremo a extremo el pueblo.
Aunque era un alivio para los vecinos, no fue fácil que se adaptaran a esta regulación. Algunos se cansaban de esperar y no respetaban la luz roja, lo que hacía que se formara un lío. Pero, a medida que el tiempo avanzó se fueron adaptando sus habitantes y ahora operan con normalidad.
Cada año, curiosos visitan el pueblo para ver estos semáforos. Sin embargo, no es por lo único que los visitantes llegan al pueblo.
#Mundo | Un juego terminó en una grave agresión a un menor de edad en una institución educativa. El niño tuvo que ser operado de urgencia » https://bit.ly/3FmPQD1
Posted by El Comercio on Friday, May 6, 2022