El secretario general de la ONU, António Guterres, sostiene que Estados Unidos debe seguir siendo ‘líder en asuntos ambientales‘ tras conocerse que el presidente, Donald Trump, abandonará los acuerdos climáticos de París.
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En un comunicado emitido al poco de conocerse los planes de esta segunda retirada de EE.UU. del Acuerdo de París -Trump ya lo hizo en su primer mandato, lo que fue revocado por el ahora expresidente Joe Biden-, Guterres animó a “ciudades, estados y empresas de Estados Unidos” a que sigan “demostrando visión y liderazgo”, trabajando en pro de una economía de bajo carbono.
Aunque no lo dijo expresamente, ese llamamiento parecía una invocación a que todos los poderes por debajo del Gobierno federal, incluido el sector privado, se desmarquen de la retirada de Trump de esos acuerdos que suscribe la gran mayoría del mundo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó la orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo climático de París, cumpliendo así una de las promesas que el líder republicano realizó durante la campaña electoral.
Trump firmó la retirada del tratado climático, junto con otras órdenes ejecutivas, pocas horas después de asumir la presidencia de EE.UU.. Ocurrió en el estadio Capital One de Washington donde se concentraron miles de simpatizantes que aplaudieron y vitorearon las acciones del presidente.
La orden ejecutiva, titulada ‘Poniendo a EE.UU. primero en acuerdos ambientales internacionales’, alega que estos tratados envían el dinero de los contribuyentes estadounidenses a “países que no necesitan, o merecen, la ayuda financiera en los intereses del pueblo estadounidense”.
La segunda vez que Trump retira a EE.UU. del Acuerdo de París
En junio de 2017, al inicio de su primera presidencia, Trump (2017-2021) anunció que a partir de noviembre de 2020 EE.UU. se retiraría del Acuerdo de París, el tratado internacional adoptado en 2015 en el marco de CMNUCC.
El objetivo del acuerdo es limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C por encima de los niveles preindustriales y, preferiblemente, a 1,5 °C, para mitigar los efectos del cambio climático.
La Administración de Trump justificó la retirada por razones económicas, al argumentar que limitaba de forma injusta el desarrollo de Estados Unidos, así como de soberanía nacional, al considerar que el acuerdo infringía la independencia del país.
Trump también argumentó que el Acuerdo de París favorece a países como China o la India, a la vez que cuestionó su efectividad para enfrentar la crisis climática que ha provocado el efecto invernadero.