El Departamento de Estado de EE.UU. alertó a sus ciudadanos frente a la posibilidad de que se vuelvan el objetivo de simpatizantes de Al Qaeda. Esto como represalia tras la muerte, del líder del grupo, Ayman al Zawahiri, en una operación antiterrorista.
En un comunicado, el Departamento que dirige Antony Blinken indicó que tras la muerte de Al Zawahiri, las instalaciones, personal y ciudadanos de Estados Unidos pueden encontrarse en mayor riesgo. Aconsejó mantener un estado de alerta elevado cuando se viaje al extranjero. El aviso se mantenía este 4 de agosto de 2022.
Dada esta situación, el Gobierno estadounidense optó por actualizar su Alerta Mundial. Esta es una guía que contiene información acerca de actividad terrorista y violencia en el extranjero. También cuenta con recomendaciones sobre cómo actuar ante posibles contingencias.
La muerte de Al Zawahiri
Entre los posibles riesgos a los que se enfrentan los ciudadanos estadounidenses, el Departamento de Estado citó operaciones suicidas, asesinatos, secuestros y ataques con bombas.
Al Zawahiri fue asesinado la mañana del domingo 31 de julio de 2022 en una residencia de Kabul (Afganistán), concretamente a las 6:18 hora local (01:48 GMT), cuando se encontraba en el balcón de la residencia en la que se alojaba y un dron le disparó dos misiles Hellfire que dieron en el blanco.
Según la Casa Blanca, únicamente el líder de Al Qaeda murió en la operación, y no hubo ningún daño colateral. Ni siquiera los miembros de su familia que se alojaban con él, algo en lo que el propio presidente del país, Joe Biden, había insistido en varias ocasiones y que había puesto como una de las condiciones para atacar.
El futuro de Al Qaeda
Los expertos en seguridad afirman que la operación demuestra que Estados Unidos sigue siendo capaz de llevar a cabo ataques de precisión en Afganistán tras la retirada de las tropas sobre el terreno el año pasado. Por otra parte, también pone de manifiesto la aparente disposición de los talibanes a acoger a los operativos de Al Qaeda en la región.
Y tras la muerte del líder del grupo terrorista, se abre la incógnita de qué ocurrirá en Al Qaeda.
Sobre esto, los analistas afirman que, en el pasado, Al Qaeda se ha adaptado a la pérdida de sus líderes y han surgido nuevas figuras en su lugar. Sin embargo, en la actualidad el grupo está dividido. Con ramas y afiliados, se extienden por todo el mundo, desde África Occidental hasta la India. La cuestión continúa siendo si esos grupos se centrarán en conflictos locales o se unirán para lograr ambiciones más globales.
Charles Lister, experto en terrorismo del Instituto de Oriente Medio, aseguró que Al Qaeda “se enfrenta ahora a una aguda crisis de sucesión”.
El líder principal, Saif al-Adel, es técnicamente el siguiente en la línea de sucesión, pero tiene su sede en Irán. Esto condujo a que los afiliados cuestionen su credibilidad en el pasado, escribió el lunes. Su posible ascenso podría suponer la “sentencia de muerte” para las aspiraciones de Al Qaeda como organización mundial. Todo, a medida que los afiliados profundizan en su independencia del grupo, dijo Lister.
Las divisiones existentes se demostrarían en que Al Qaeda no ha llevado a cabo ningún ataque terrorista importante en Estados Unidos o Europa en los últimos años. Principalmente tras los atentados que mataron a 52 personas en Londres en el año 2005.
Sin embargo, algunos atacantes se inspiraron en Al Qaeda. Un ejemplo es el caso de un aprendiz militar saudí que mató a tres marineros estadounidenses en una base en Florida en diciembre del 2019. Y un asaltante con un cuchillo que apuñaló mortalmente a un hombre y una mujer en un ataque cerca del Puente de Londres ese mismo año. Todos habían sido previamente miembros de una célula inspirada por Al Qaeda.
El vacío de Al Zahwahiri
Sin embargo, la situación no pinta bien para la agrupación tras el golpe estadounidense a su cabeza.
Esto porque a pesar de que el líder terrorista recientemente fallecido intentó continuar el legado de Osama Bin Laden, a la muerte de este en 2011. Finalmente su control sobre una extensa red de afiliados en África, Asia y Oriente Medio resultó débil. Y el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que surgió de la filial iraquí de Al Qaeda, trató de posicionarse como una alternativa más despiadada.
Además, en sus últimos años, Zawahiri se mantuvo alejado de la opinión pública, presidiendo Al Qaeda en un momento de notorio declive.