Los soldados malienses conducen por las calles de Bamako, Malí, el 19 de agosto de 2020, el día después de que las tropas rebeldes capturaron al presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita. Foto: AFP
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, condenó “enérgicamente” este miércoles 19 de agosto del 2020 el golpe de Estado militar en Malí y exigió que se garantice la “libertad y seguridad de los responsables del gobierno” derrocado.
“Estados Unidos condena enérgicamente el motín del 18 de agosto en Malí, ya que condenamos cualquier toma del poder por la fuerza”, dijo Pompeo en un comunicado, por no mencionar un golpe.
El presidente Ibrahim Boubacar Keita fue depuesto el martes por los militares. Tanto Keita como el primer ministro Boubou Cisse fueron detenidos.
Pompeo instó a “garantizar la libertad y seguridad de los responsables del gobierno y sus familias”.
Asimismo, urgió a “trabajar por el restablecimiento de un gobierno constitucional”, a iniciar un diálogo y a “rechazar la violencia”.
Washington se hizo así eco de similares llamados por parte de la Unión Europea y la Unión Africana.
Los golpistas anunciaron este miércoles la creación de un Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP) y prometieron una “transición política civil” y elecciones en un “plazo razonable”.
Keita había sido desde hacía meses blanco de protestas debido al estancamiento de la economía, la corrupción y una brutal insurgencia islamista.
Malí, uno de los países más pobres del mundo, es desde hace años escenario de atentados yihadistas y enfrentamientos intercomunitarios.
Los militares rebeldes fueron vitoreados cuando llegaron a la capital, Bamako, el martes. No hubo informes de víctimas durante el golpe militar.
No obstante, el nuevo gobierno militar impuso un toque de queda y el cierre de fronteras, aislando en los hechos al país.