Los cementerios en la región boliviana de Cochabamba vuelven a colapsar por la alta demanda de entierros y cremaciones en esta tercera ola de covid-19, en la que también se registran filas de familiares buscando oxígeno medicinal y las unidades de terapia intensivas están a tope.
En esta tercera ola de contagios Cochabamba se ha vuelto una de las regiones bolivianas más afectadas por los contagios y los decesos registrados por día, que han ocasionado el desbordamiento de sus sistemas de salud y también la capacidad de los entierros y crematorios de los cementerios.
Es el caso del Cementerio General de Cochabamba, que llegó a incinerar de 12 a 14 cuerpos en un día cuando en tiempos normales se realizaban de dos a tres de estos procedimientos, comentó a Efe la administradora de este camposanto, Lilian Scott.
Además, por “la alta carga viral” en el lugar se restringieron los ingresos de los familiares que esperan afuera del cementerio para dar el último adiós y acompañar de lejos ese momento.
La situación es crítica por lo que ese cementerio tiene una lista de espera de cuerpos para enterrar y cremar por la alta demanda, ya que la capacidad de su horno crematorio se ha visto rebasado por la situación en esta región.
Scott indicó que no es viable abrir una fosa común en este camposanto porque ya no hay espacio y que las autoridades locales deben analizar la posibilidad de realizar un cementerio covid para afrontar esta situación.
Scott pidió que los cementerios aledaños como el de Sacaba o el de Colcapirhua se hagan cargo de la cremación de personas que fallecieron en esos municipios ya que muchos llegan hasta ese camposanto para ser cremados o enterrados.
El encargado del cementerio de Colcapirhua, Alfredo Zambrana, indicó a Efe que tienen programados los entierros y cremaciones hasta el domingo.
El horno con el que cuenta ese cementerio tiene la capacidad de incinerar un cuerpo cada dos horas, pero ya están a “tope” ya que, además, apoyan con la cremación de cuerpos de otros municipios, según contó Zambrana. La cremación de los cuerpos en el Cementerio General es gratuita, pero en los otros camposantos tiene un coste que llega a duplicarse a la cifra que piden para incinerar un cuerpo por muerte natural, según constató Efe.
La situación
La región de Cochabamba es una de las más golpeadas por esta ola de covid-19 que ha vuelto a mostrar escenas de hospitales colapsados, familiares haciendo fila para adquirir oxígeno medicinal o esperando en las puertas de los hospitales para saber cómo está el enfermo.
También se han registrado personas que han fallecido en su coche esperando atención en los hospitales o cerca del lugar, familiares buscando medicamentos que escasean en las farmacias o largas filas para hacerse la prueba antígeno nasal para confirmar o descartar si se tiene esta enfermedad.
La Alcaldía de Cochabamba dio al hospital del Sur en esa ciudad un contenedor frigorífico metálico que originalmente se utiliza para transportar carne pero que fue adaptado como morgue de fallecidos ante la cantidad de muertos que deben ser enterrados o incinerados.
Este viernes el Gobierno boliviano entregó medicamentos y un generador móvil de oxígeno ante la crítica situación de la región.
Las autoridades locales decidieron asumir medidas como la reducción de circulación de horarios y cuarentena rígida los fines de semana y festivos para evitar más contagios.
Una similar situación se vive en el eje central del país que conforma La Paz, la sede de Gobierno, y Santa Cruz, el motor económico del país, que también tienen las terapias intensivas llenas y familias en busca de medicamentos y oxígeno medicinal.
Ante este panorama, el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, anunció que llegarán al país 85 toneladas de oxígeno medicinal desde Chile.
Bolivia batió sus récords de contagios diarios al reportar más de 3 000 casos diarios y un centenar de fallecidos en un día.
Acumula 361 580 contagios y 14 312 fallecidos, desde que se registraron los primeros casos en marzo del año pasado. La vacunación masiva en el país hasta ahora alcanzó a 1 224 313 inmunizaciones con la primera dosis, mientras que 340.036 tienen la segunda.