Las autoridades colombianas están verificando si ‘Guacho’, exintegrante de las FARC, está entre los combatientes que fallecieron durante el tiroteo. Foto: captura de pantalla
“El día de hoy en una operación heroica del Ejército y la Policía… podemos confirmar que alias ‘Guacho’ cayó en una operación y que ha sido abatido por los héroes de Colombia”. Con esas palabras, el presidente de Colombia, Iván Duque, informó la muerte de Walter Patricio Arizala, jefe de las disidencias que se autodenomina frente Oliver Sinisterra, cerca de las 21:00 de este viernes 21 de diciembre del 2018.
“Le dije al pueblo ecuatoriano que el crimen de los tres periodistas no quedaría en la impunidad”, señaló Duque, en una breve conferencia de prensa. La muerte de ‘Guacho’ fue el resultado de operativos en Llorente, zona rural de Tumaco en Nariño en la mañana de este viernes.
La Minsitra del Interior de Ecuador, María Paula Romo, aseguró en su cuenta de Twitter que la noticia “es de especial importancia para el Ecuador por tratarse del responsable del secuestro y asesinato de compatriotas“.
‘Guacho’ era uno de los criminales más buscados en Colombia y Ecuador al ser considerado un objetivo de alto valor, los gobiernos de los dos países ofrecen alrededor de USD 280 000 por información que permita su ubicación.
En el lugar de las operaciones se encontraron dos cuerpos que fueron trasladados a Tumaco en helicóptero para ser identificados.
Las autoridades verificaron que los muertos son ‘Guacho‘ y su segundo, alias Pitufo.
Esta mañana el ministro de la Defensa, Guillermo Botero, dijo que el pasado 15 de septiembre ‘Guacho‘ se salvó de morir porque a pesar de haber sido impactado por un francotirador, lo salvó un chaleco blindado.
A ‘Guacho’ se le sindica del asesinato de cuatro infantes de marina en territorio ecuatoriano, (marzo de 2018), el secuestro y posterior asesinato de un equipo de prensa de EL COMERCIO (abril de 2018), el secuestro y posterior asesinato de una pareja de ecuatorianos (abril de 2018) y el asesinato de tres funcionarios del CTI (junio de 2018), entre otros crímenes.
De igual forma, se le acusa de enviar toneladas de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos, ya que es uno de los grandes proveedores del cartel de Sinaloa.
Ante la confirmación de la muerte del disidente, los familiares del equipo de prensa secuestrado y posteriormente asesinado por el grupo de ‘Guacho‘ emitieron un comunicado en el cual enfatizaron que “ninguna muerte es motivo de celebración. Aunque reconocemos el trabajo realizado por las
autoridades colombianas, es lamentable que quien se adjudicó el secuestro y asesinato de cinco personas haya sido abatido en lugar de que lo hayan capturado con vida. Con su fallecimiento mueren también las posibilidades de acceder a la información que poseía no solo sobre lo que ocurrió con Paúl, Javier y Efraín, sino también con Óscar Villacís y Katty Velasco y sobre los vínculos entre las organizaciones narcodelictivas y la institucionalidad ecuatoriana”.
Aquí puede leer el comunicado completo:
Quito, diciembre del 2018
Los familiares de Pául Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra ante la confirmación de la muerte de Walter Arizala, alias ‘Guacho’:
Ninguna muerte es motivo de celebración. Aunque reconocemos el trabajo realizado por las autoridades colombianas, es lamentable que quien se adjudicó el secuestro y asesinato de cinco personas haya sido abatido en lugar de que lo hayan capturado con vida. Con su fallecimiento mueren también las posibilidades de acceder a la información que poseía no solo sobre lo que
ocurrió con Paúl, Javier y Efraín, sino también con Óscar Villacís y Katty Velasco y sobre los vínculos entre las organizaciones narcodelictivas y la institucionalidad ecuatoriana.
Este hecho de ningún modo significa que se haya hecho justicia en cuanto al secuestro y asesinato del equipo periodístico de Diario El Comercio. Aún hay muchas preguntas que no han sido contestadas y muchas dudas que ni Ecuador y ni Colombia han estado dispuestos a despejar.
Nosotros seguiremos exigiendo que se revele la verdad absoluta con respecto de todos los hechos alrededor del crimen atroz en contra de los tres que nos faltan.
Ni audios filtrados que no son esclarecidos, ni promesas de desclasificación, ni la confirmación de la muerte de alias ‘Guacho’ nos desvían de nuestra lucha por Memoria, Verdad y Justicia y por la búsqueda del establecimiento de responsabilidades en todos los niveles de quienes estuvieron involucrados en la muerte de Paúl, Javier y Efraín.
En la medida en que la verdad solo ha sido entregada a medias, en la medida en que el Estado ecuatoriano ha solicitado el archivo de las medidas cautelares dispuestas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y luego de que el Estado no se ha comprometido a que el Equipo de Seguimiento Especial, diseñado por ese organismo, siga su trabajo; mientras la Fiscalía General del Estado siga negando las diligencias solicitadas por los representantes de las víctimas y no se abran nuevas líneas investigativas sobre las medidas de prevención antes del secuestro y sobre el manejo de la crisis; en tanto las pericias de suma importancia sigan siendo
postergadas; y, luego de que se ha insinuado que los hechos ocurrieron en Colombia y no en Ecuador, estamos asistiendo a la gestación de un camino hacia la impunidad.