Ayer, desde Guayaquil, Lenín Moreno encabezó la instalación del Comité de Operaciones de Emergencia (COE). Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Como si se tratara de una crisis política, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, se encargó de detallar las medidas que Ecuador toma para frenar el avance del covid-19. Una hora antes, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, se sumó a la declaratoria de emergencia sanitaria anunciada la víspera por el Primer Mandatario y puso a la capital en alerta.
En el país, hasta el cierre de esta edición, se registran 19 casos positivos de este coronavirus. Los dos últimos fueron confirmados ayer y están relacionados con el ciudadano holandés, hospitalizado en Quito. Se mantiene en vigilancia epidemiológica a 203 personas.
Como en otras naciones, el Régimen intenta detener la propagación con acciones para reducir las aglomeraciones y fortalecer los controles en terminales y con ello minimizar posibilidades de contagio. Lo hace una vez que la OMS declaró pandemia al covid-19.
Así, quedaron suspendidos todos los eventos masivos (de más de 1 000 asistentes) y las actividades académicas a todo nivel en Ecuador. Se ordenó el aislamiento preventivo obligatorio a las personas que en los últimos 14 días hayan estado en Hubei y Wuhan, en China; Italia, el Reino de España, Francia, la República Islámica de Irán y Corea del Sur. Pueden hacerlo en sus casas u hoteles.
En esta ocasión y para asegurarse de que se respete la decisión, el Gobierno anunció que quien viole el aislamiento cometerá una contravención. Y se enmarcará en un incumplimiento de orden legítimo de autoridad competente. Es decir de los médicos, que informarán fecha de inicio y fin de la cuarentena a cada persona.
El martes pasado, la Federación Médica Ecuatoriana puso en debate este tema de las sanciones. Y recordó que existe ese artículo (282) del Código Penal, que implica prisión de uno a tres años.
La ministra Romo reiteró: “No podemos paralizar al país, las medidas son para evitar llegar a eso. Por ello empezamos por cosas de las que es sencillo prescindir”. Admitió que será complejo para algunas familias organizar el cuidado de los niños. Pero repitió que no se trata de un escenario de bloqueo total de ciudades.
En el mundo, medidas como las que implican aumentar la llamada distancia social y mantener a las personas en casa, reduciendo contactos, han resultado eficaces, recuerda Aquiles Rodrigo Henríquez, epidemiólogo y catedrático.
En China, la drástica cuarentena ha permitido el control de esta enfermedad sumamente contagiosa. La mayoría de localidades están confinadas desde finales de enero. Pero ya se empiezan a disminuir las restricciones para 56 millones de habitantes de Hubei, cuya capital es Wuhan, la zona cero del brote de coronavirus.
Ayer circuló el acuerdo ministerial a través del cual se concreta la declaratoria de estado de emergencia nacional en todos los establecimientos de salud. Este incluye priorización de recursos económicos y de talento humano.
En el documento se prohíbe expresamente a todas las empresas de seguros de salud privada y de medicina prepagada que limiten la cobertura para la adecuada evaluación, atención y tratamiento al usuario, afectado por el covid-19. La declaratoria dura 60 días, tiempo que se puede extender.
En Ecuador también se ratificó que hay 22 hospitales listos para atender los casos. Y que incluso dos de ellos podrían dedicarse exclusivamente al cuidado de estos pacientes.
Desde la próxima semana, personal del Instituto de Salud Pública Leopoldo Izquieta Pérez entrenará y calificará a laboratorios de universidades, para aplicar las pruebas rápidas a casos sospechosos de contagio de coronavirus.
Ayer en la tarde se instaló en Quito y en Guayaquil el Comité de Operaciones de Emergencia. El presidente Lenín Moreno dijo que el objetivo es evitar que el coronavirus contagie a las familias ecuatorianas.