Nicolás Maduro visitó a Andrés López Obrador, durante la investidura del presidente mexicano en diciembre del 2018. Foto: Presidencia de México
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dio el beneplácito al nuevo embajador de Venezuela, designado por Nicolás Maduro, Francisco Arias Cárdenas, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana el jueves 9 de mayo del 2019. Se trata de un exmilitar y seguidor del régimen chavista.
El Mandatario mexicano debe aceptar las cartas credenciales del diplomático para que ejerza sus funciones, por lo cual aún no puede desempeñarse como embajador oficialmente, aunque sí tiene estatus diplomático, informó diario El País de España. María Lourdes Urbaneja continuará en el cargo hasta entonces.
El beneplácito del nombramiento por parte del Gobierno mexicano se dio a conocer a través de un comunicado divulgado por la página oficial del portal gubernamental.
“El Gobierno de México reitera su apego a los principios de no intervención en asuntos internos de los países, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, protección y promoción de los derechos humanos“, puntualiza el texto.
Aunque esta acción podría interpretarse como una forma de apoyo al régimen de Maduro, el gobierno de López Obrador ha sido cuidadoso en advertir que esto no significa que con el anuncio respalde al chavismo venezolano. “México realiza el análisis referido con apego a sus principios constitucionales y a la doctrina Estrada”, dice la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
El Ministerio de Exteriores de México aclara que brinda el beneplácito “sin que este trámite conlleve de forma implícita el reconocimiento o desconocimiento de un gobierno extranjero con el que se mantienen relaciones diplomáticas, como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela”.
Aunque el comunicado del Gobierno mexicano es cauto, para Maduro el beneplácito de su embajador le significa un voto de respaldo, pues México es de los pocos países latinoamericanos que no han considerado a su mandato como ilegítimo, además de Bolivia.
A pesar del nombramiento de Maduro, la Constitución venezolana exige que la designación de un jefe diplomático en una delegación en el extranjero debe ser aprobada por la Asamblea Nacional, en este momento de mayoría opositora. Sin embargo, en este caso particular, el Ejecutivo no consultó al órgano Legislativo, según dijo que constató el diario español El País.