220 000 maestros de colegios públicos y privados se vacunarán, según plan

Mariana Melo entrega los kits, con alimento escolar, a padres de su plantel municipal. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Con doble mascarilla, visor facial y su frasco de alcohol llegó, el viernes 26 de febrero del 2021, Mariana Melo a la Unidad Pedro Pablo Traversari. Ella trabaja en el plantel municipal como maestra de ciencias naturales, química y biología.
El viaje desde su casa, ubicada en el sur de Quito, hasta Píntag, parroquia rural, le implica tomar tres buses. Para reducir los riesgos de contagio, su hermano la acercó en su vehículo y solo necesitó un bus.
El viernes, unos pocos maestros entregaron las colaciones escolares a los padres. A la maestra le preocupa que cuando el magisterio reciba la vacuna contra el covid-19 y se retomen las clases presenciales, decenas de personas también serán parte de su día a día.
Resultaría difícil, reflexiona Melo, evitar encuentros con otros trabajadores. “Por ejemplo, con los señores guardias y personal de limpieza. No sabemos si serán vacunados”.
Los 34 centros municipales de Quito presentaron sus Planes Institucionales de Continuidad Educativa (PICE). Sin embargo, no retornarán durante este año escolar, ya que todavía no cuentan con las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de toda la comunidad, respondió Patricio Avilés, director metropolitano de Gestión Educativa.
Tras conocer que los maestros serán tratados como grupo prioritario para la inmunización, esperan disposiciones para arrancar con la organización desde cada institución.
De ese modo, comenta Avilés, también podrán comenzar a planificar el regreso a clases presenciales. “Cuando tengamos que opinar les diremos que todo el personal que labora en las instituciones tendría que ser vacunado. Por ejemplo, los psicólogos”.
Hasta abril, el Gobierno tiene previsto vacunar a 220 983 profesores de inicial a bachillerato en Ecuador. Además, a otros 35 673 docentes universitarios.
La Cartera de Salud informó el jueves que la inmunización empezará en la Sierra y en instituciones que aplican su pilotaje de retorno progresivo (más que nada rurales).
Esto forma parte de la fase uno del plan de vacunación, en la que también constan militares y policías. María Gloria Alarcón, representante del sector privado en la alianza con el Ministerio de Salud, aclaró que los grupos se atenderán de forma simultánea.
En el país hay alrededor de 220 000 docentes. El 75% labora en planteles fiscales. Y el 23%, en particulares.
Para este último grupo, la vacunación es necesaria, para avanzar en los planes piloto que ya se encuentran aprobados por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, señala Vinicio Aldaz, representante de la Corporación de Colegios Particulares,
Apenas el jueves 25 de febrero se enteraron de que los maestros de establecimientos particulares serán tomados en cuenta, por lo que intentan tomar contacto con el Ministerio de Educación. Esperan conocer cómo se ejecutarán los planes anunciados y si se vacunará a otros trabajadores de sus centros.
“Podríamos colaborar con el personal de los centros médicos. Estaremos atentos por si hay una capacitación”.
La Cartera de Educación espera indicaciones de su similar de Salud. Aún no conoce por ejemplo, si existirá jerarquización, basada en edades, para acceder a las dosis. No respondió a esa pregunta, solo precisó que el 28 de diciembre pidieron la inoculación prioritaria para docentes.
Un total de 1 961 maestros del país tienen más de 65 años. El ente adelantó que quienes vivan con una enfermedad o pertenezcan a grupos de riesgo podrán acogerse al teletrabajo.
Los estudiantes no serán vacunados. Hasta ahora se ha dicho que las dosis se aplicarán solo a mayores de 18 años. La maestra Gloria J., quien pidió la reserva de su apellido, cree que todos los adultos que acuden a los centros debieran ser inmunizados.
¿Qué le preocupa? Ella, por ejemplo, empezaría el día contactándose con compañeros y estudiantes que utilizan el transporte escolar. También, durante el día serán necesarias gestiones con secretarias, autoridades y bibliotecarios.
No hay que pensar solamente en los profesores sino en todos los que trabajan en las instituciones, opina la epidemióloga Andrea Gómez. “Hay que tomar en cuenta que muchos de ellos incluso pueden ser personas de avanzada edad”.
Además, la médica enfatiza en la importancia de que se vacune primero a todos los grupos de riesgo que establece la OMS: adultos mayores y las personas con comorbilidades.
Así, dice, los que viven con personas con esas condiciones en casa no las pondrían en peligro niños al regresar de la escuela. También hay que estar pendientes de síntomas de padres de familia. En septiembre, en un centro privado de Quito, el foco del contagio estuvo en el hogar, por lo que los niños pudieran llevar el virus.
En contexto
Desde el 13 de marzo del 2020 se suspendieron las clases presenciales en el país. Organismos internacionales, como Unicef, advierten sobre el riesgo de la deserción escolar. El 15% de maestros, según sus encuestas, no se contacta con alumnos.