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251 juicios de alimentos se tramitan cada día

En las Unidades Judiciales de la Familia, funcionarios juegan con los pequeños en las salas lúdicas, mientras sus padres realizan los trámites. Foto: Pavel Calahorrano / Archivo EL COMERCIO

En las Unidades Judiciales de la Familia, funcionarios juegan con los pequeños en las salas lúdicas, mientras sus padres realizan los trámites. Foto: Pavel Calahorrano / Archivo EL COMERCIO

En las Unidades Judiciales de la Familia, funcionarios juegan con los pequeños en las salas lúdicas, mientras sus padres realizan los trámites. Foto: Pavel Calahorrano / Archivo EL COMERCIO

Es mediodía y Rosaura llega a la Unidad Judicial de la Familia, en el norte de Quito, con Daniela, su hija, en brazos. Toma un turno y se sienta a esperar. En ese tiempo relata que no está con el padre de la niña desde el quinto mes de embarazo.

Ella ha corrido con todos los gastos. Al principio no le importó; trabajaba en un almacén de ropa y ganaba “buenas comisiones”, pero desde hace dos meses está desempleada y su situación económica empeoró.

El miércoles, Rosaura inició una demanda de alimentos contra el padre de su hija. Dice que no quiere que le falte nada.

Algo similar piensa Carla, otra mujer que llegó a la Unidad Judicial de la Familia con su hijo de dos años. Su expareja y ella llegaron a un acuerdo para evitar el trámite judicial.

Cada mes, él debía cancelar la guardería y entregarle USD 80 para la ropa y comida. Sin embargo, los últimos tres meses dejó de cumplir con esos pagos. Carla comenta que no tuvo otra opción que demandarlo.

Estos casos se repiten a diario en las Unidades de la Familia que operan en el país. De hecho, los juicios de alimentos son las causas que más se tramitan en estas dependencias.

Solo entre enero y septiembre de este año, los jueces resolvieron 67 905 demandas a escala nacional. Es decir, un promedio de 251 casos diarios.

Datos de la Defensoría Pública señalan que más del 90% de litigios relacionados con alimentos lo presentan mujeres.

Katia Burbano es jueza de la Unidad Tercera de la Familia de Quito. Ella asegura que cada día ingresan decenas de demandas. Y aclara que desde mayo los plazos para resolver estos juicios se acortaron.

Ese mes entró en vigencia el Código General de Procesos, un cuerpo legal que reformó todos los procedimientos en materia de familia y de la niñez, laboral, civil, mercantil...y los tiempos se redujeron.

Antes de esa legislación, los jueces tardaban hasta tres meses en fijar el monto de la pensión alimenticia. Ahora el trámite puede cerrarse en 18 días.

Amelia, por ejemplo, demandó a su expareja hace tres años y esperó más de 60 días para obtener la sentencia. El miércoles, la joven acompañó a su amiga Laura Roura a la Unidad Judicial de la Familia y ahí les explicaron que ahora el trámite no pasa de los 18 días.

Además, este tipo de juicios no requiere del patrocinio de un abogado. El requisito principal es llenar un formulario e incluir los datos del demandado.

La jueza Burbano aclara que durante el desarrollo del juicio se fija una pensión provisional. “La idea es que mientras se tramita la demanda, el pago de la manutención no falte y el menor esté protegido”, precisa la funcionaria a este Diario.

En el caso de aquellos padres que no tienen empleo, el juez delimita una pensión mínima.

Este rubro se fija dependiendo de la edad del pequeño y de otras cargas familiares que tenga el demandado. Por ejemplo, en el caso de un niño cuya edad esté por debajo de los cinco años y si no existe otras cargas familiares, el valor establecido es de USD 103.

Cuando la persona no cumple con estos pagos, las mujeres pueden activar la boleta de apremio. Si es la primera vez que incumple con sus obligaciones, el demandado va a la cárcel por 30 días. Si es reincidente, la sanción crece paulatinamente. Es decir, la segunda vez son 60 días en prisión, la tercera 90, y la cuarta 180 días.

El en 2015, las autoridades detuvieron a 821 padres que no cancelaron sus obligaciones, según el Ministerio de Justicia. De los 821 arrestados en ese año, el 35% volvió a la cárcel por reincidir en los atrasos.

Las autoridades analizan cambiar la prisión por brazaletes electrónicos. La propuesta es que los padres trabajen durante el día y, por la noche, vuelvan al centro de detención. Otra propuesta es que el Estado cancele las deudas de los demandados y que esas personas lo descuenten con trabajo comunitario.

Esos planteamientos, por ahora, no se han concretado.