El convenio que ofrece el Gobierno cubre USD 4 millones. El pediátrico necesita USD 10 millones. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
Jorge Cajamarca conoce las entrañas del antiguo hospital León Becerra, ubicado en el sur de Guayaquil. Labora desde hace 20 años en este pediátrico y cuenta con orgullo que ha podido aportar a su modernización, cambiando algunas tuberías de hierro por otras de plástico.
El hombre de 65 años es auxiliar de mantenimiento y es parte de los 230 colaboradores a quienes la casa de salud les adeuda sus sueldos desde hace cinco meses. “Seguimos aquí porque estamos comprometidos, pero la situación es insostenible”, dice.
A lo largo de este año el hospital de la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia ha lanzado algunas alertas por falta de recursos económicos. Los valores pendientes por atención de pacientes derivados del Ministerio de Salud Pública, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y otros seguros públicos, a más de los retrasos en las asignaciones estatales, han dejado a esta casa de salud, una de las más antiguas de la ciudad, en estado de emergencia, a punto de cerrar.
Este miércoles 19 de diciembre de 2018 se cumplieron cuatro días desde que venció el plazo que dio el presidente Lenín Moreno para buscarle una solución. El pasado 26 de noviembre, vía Twitter, el mandatario dispuso que el Ministerio de Salud entregue un “importante abono a la deuda” con el pediátrico. Los directivos de la casa de salud solicitaron USD 10 millones para superar la crisis.
Pero el acuerdo no se ha concretado. Ricardo Koenig, presidente de la Sociedad Protectora de la Infancia, explica que la noche a las 23:23 del lunes recibió un correo de la Secretaría de la Presidencia de la República con una propuesta de convenio.
“Al revisarlo, este no se cumple ni en el monto ni en las condiciones. El acuerdo era de los USD 10 millones abonar USD 5 millones hasta el 15 de diciembre y el resto entre 60 y 90 días”.
Ese convenio, según Koenig, habla de un máximo de USD 4 millones. Y establece que se cruzarían cuentas a futuro, con pacientes de referencia el Ministerio de Salud. “No hay futuro. Si no pagamos las deudas el hospital cierra”.
El León Becerra sigue acumulando cuentas pendientes con proveedores. Y sus colaboradores, 230 en total, no reciben sus salarios desde hace cinco meses. Solo ese monto supera los USD 2 millones.
Cajamarca, por ejemplo, confiesa que ha sobrevivido con trabajos ocasionales como gasfitero, fuera de sus ocho horas en el hospital.
Rosa Panchana recuerda que ingresó al área administrativa del hospital en 1999. “La crisis ya nos afectó antes, cuando incluso hicimos huelgas y vigilias. Ahora ha sido más difícil y pese a todo no hemos dejado de atender”. La asistente cuenta que los fines de semana vende empanadas para conseguir dinero para el transporte diario.
El León Becerra funciona desde hace 90 años y registra cerca de 30 000 pacientes, anualmente. También da apertura a misiones extranjeras de médicos que realizan cirugías gratuitas; 11 estaban programadas para el 2019.
“El nivel de emergencia que tenemos no da tiempo para seguir discutiendo un asunto jurídico -dice Koenig en relación a la deuda estatal-. El Presidente dio su palabra para pagarnos. Esperamos que disponga la transferencia inmediata de los valores que acordamos para no cerrar”.