Gustavo Ruiz, representante de pequeños empresarios de Pichincha. Foto: Cortesía
Entrevista a Gustavo Ruiz, representante de pequeños empresarios de Pichincha.
¿Cómo ve la Cámara de la pequeña y mediana empresa de Pichincha ante los últimos asaltos ocurridos en Quito?
Hay mucho temor. Lamentablemente nosotros estamos soportando una pandemia, una crisis económica y también una ola de inseguridad. Yo he recibido muchas quejas, sobre todo del sector alimenticio, como los catering o empresas de manufactura de alimentos. Ellos nos cuentan que han sido víctimas de asaltos en lugares donde antes era más seguros. No era común que se asalte en la Kennedy, así como en otras zonas del norte y centro norte.
¿Tiene datos de cómo la violencia les afecta?
Estamos haciendo el levantamiento de la información. Pero, por ejemplo, recién la semana pasada me han contactado tres socios de la Cámara que fueron víctimas de robos.
¿Qué les ocurrió?
El dueño de una pequeña cadena de panaderías me dijo que en menos de una semana han sido robados dos veces. Aquí se ve la reiteración en el mismo punto y se nota que estas bandas han estudiado al negocio, que saben a qué hora actuar y, sobre todo, que los negocios están desprotegidos.
¿Los dueños de estas pequeñas empresas le han contado si estas bandas son las mismas de antes o si el crimen es más violento?
Es más violento definitivamente. Las personas que han sido asaltadas cuentan que fueron amedrentadas con armas de fuego o con cuchillos. Dicen que hay golpes, que desactivan cámaras y que actúan entre dos y cuatro personas, algunas son extranjeras. Por eso queremos ayuda. Nosotros estamos seguros que si nos dejan reactivar la economía se podrá reducir la inseguridad.
¿Han hablado con alguna autoridad de la Alcaldía o del Gobierno Central para exponer su situación?
Sí, ya hemos hablado el Alcalde y con la exministra María Paula Romo.
¿Qué pidieron?
Pedimos el porte de armas. El delincuente sabe que no tenemos armas ni la posibilidad económica para pagar por seguridad. Un punto de seguridad, es decir un solo guardia privado cuesta USD 2 400 al mes. Hay muchos locales que no pueden cancelar ese rubro. Y de eso se aprovecha la delincuencia. Los malos están armados, nosotros desarmados, pese a que ya hemos hecho una gran inversión en implementos de seguridad pasiva como cámaras de video.
¿Qué tipo de armas quieren portar: letales, de fogueo, persuasivas..?
Armas de fuego. En el país se prohibió hace años el porte de armas. Queremos volver a esa libertad. No queremos que se nos dé el arma así como así. Estamos dispuestos a cumplir todos los trámites, todos los requisitos y seguridades que nos pidan, como la prueba psicológica que antes exigían
¿No cree que los empleados de los negocios se expondrían a respuestas más violentas de los asaltantes si es que los ven armados o si abrieran fuego?
La acción violenta ya está ocurriendo y nosotros no tenemos ninguna posibilidad de defensa. Queremos el porte de armas para disuadir a los delincuentes. Si ellos saben que en los negocios hay gente armada, entonces pensarán dos veces antes de actuar.
¿Este pedido es respaldado por los miembros de la Cámara de la pequeña y mediana empresa de Pichincha?
Sí, y tenemos un estudio que ya tiene un año y medio. Vamos a ver si lo actualizamos de nuevo. Allí se dice que el 80% de los socios quieren el porte de armas y medidas más restrictivas para la delincuencia. Porque ya los negocios ponen cámaras y otros implementos tecnológicos, que se usan luego como pruebas, pero los asaltantes son capturados y en menos de 24 horas les dejan libres. Pedimos a la Fiscalía y a los jueces que sean más eficientes en su lucha contra este mal.
¿Cuánto es el 80%?
Alrededor de 1030 empresas, que apoyan el porte de armas.
¿Qué pasa con las armas de disuasión como las pistolas eléctricas o gases picantes? ¿Eso no es posible usar?
Queremos armas de verdad. Tampoco estamos pidiendo que nos den subametralladoras. Solamente que no podemos responder ante un delincuente que tiene un revólver con un gas o con una pistola eléctrica. Además, la normativa para adquirir armas no letales es muy restrictiva. No nos permiten tener ni es de venta fácil. Si alguien tiene es, porque ha tenido que importar. Mire, en Guayaquil hay bandas que alquilan armas y ellos, los delincuentes, sí tienen pistolas, escopetas, subametralladoras. Ante eso, ¿cómo nos defendemos?