El ministro Iván Ontaneda cumple una agenda comercial en Washington desde el lunes. Foto: Cortesía / Ministerio de Producción
Ecuador avanza en su objetivo de iniciar una negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos.
Ayer (martes 10 de noviembre del 2020) se realizó la tercera reunión oficial del Consejo Bilateral de Inversiones (TIC).
El Gobierno esperaba concretar el compromiso de Estados Unidos para fijar una hoja de ruta en materia comercial y, pese al cambio de Gobierno, estar en la agenda de comercio de Estados Unidos en el 2021.
La posibilidad genera expectativas positivas en el sector productivo, aunque también se advierte el trabajo pendiente para fortalecer la competitividad, sobre todo en actividades económicas sensibles.
Los exportadores ven oportunidades favorables. Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), señaló que tener un instrumento comercial de “largo aliento” genera un entorno de previsibilidad para el comercio y las inversiones en este sector.
De esta manera, Ecuador recuperará la competitividad a través de acceso preferencial que se perdió hace más de ocho años frente a competidores como Colombia y Perú.
Según Ribadeneira, para aquellos productos cubiertos por el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), será una buena oportunidad para subir el volumen exportado.
Más de 500 productos tienen preferencias arancelarias bajo este sistema, entre ellos, mangos, jugos de frutas, conservas vegetales y flores (que ya incluye las rosas).
Christian Riofrío, de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de Madera, y José Antonio Hidalgo, de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, concuerdan en que se deben asegurar las preferencias arancelarias que se mantienen este momento. El banano ingresa a Estados Unidos con cero arancel al igual que maderas como la balsa.
Pero, dicen, la revisión periódica de este sistema no brinda previsibilidad en el tiempo.
Otros productos como el atún tienen un arancel de 12,5% para conservas en agua y del 35% en aceite. Un acuerdo permitiría tener mayores preferencias e impulsaría los envíos, indicó Mónica Maldonado, directora de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa). Estados Unidos es el segundo mercado del atún después de la Unión Europea.
Un acuerdo con el país del norte no representaría una mayor amenaza para los ensambladores de vehículos, ya que los autos importados tienen características distintas a los que se fabrican en Ecuador.
Los vehículos estadounidenses son, por lo general, de gama y precio más altos, explica David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz (Cinae).
“Como sector, buscamos que Ecuador llegue a tener acuerdos con sus principales socios, donde pueda sacar ventaja. Es positivo un acuerdo con Estados Unidos, pero hay sensibilidades por precautelar, especialmente en el agro”, dijo.
Ahí está, por ejemplo, el sector lechero. Rodrigo Gallegos, director del Centro de Industriales Lácteos, señaló que el gremio espera que en el acuerdo se negocien plazos de desgravación arancelaria de 12 a 15 años para los productos lácteos estadounidenses.
El vocero del gremio considera que es importante que el Gobierno acompañe estos plazos con medidas para reducir los costos de producción.
Gallegos señala que la leche en Ecuador puede producirse a un costo de hasta 52 centavos y en Estados Unidos, a 32 centavos. “Se necesitan programas de inversión para mejorar la genética de los animales, su alimentación, invertir en la salud del ganado”, indicó.
Sin estas políticas, Gallegos teme que pase lo que ya ocurre con los productos europeos. Desde que Ecuador firmó el acuerdo con la Unión Europea, “los lácteos de esos países se han cuadruplicado en las perchas ecuatorianas y los nacionales no logran crecer, a excepción de pequeños nichos”.
César Viscarra, titular de la Federación Maicera Tierra Fértil, explicó que los agricultores están en desventaja frente a Estados Unidos, ya que ese país tiene cultivos con tecnología para ser más productivos.
Según Viscarra, las mesas del acuerdo deben debatir sobre el uso de transgénicos, pues los productores de maíz de EE.UU. los usan y en Ecuador están prohibidos.
El vocero reconoce que, tras 17 años del último intento de Ecuador de firmar un acuerdo con el país norteamericano, el sector maicero ha avanzado poco, “porque todo depende solo del sacrificio del agricultor que trabaja para subsistir”.
Subsidios y desventajas competitivas también golpean a los productores de pollos, refiere Christian Wahli, vocero de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (ANFAB).
Pero Wahli cree que la industria local no debe rehuir a las negociaciones, ya que puede hallar oportunidades en nuevos nichos de mercado en EE.UU., que demanda más productos orgánicos.
Por ello, reflexiona que el acuerdo no debe limitarse a la oferta actual, pues permitirá incorporar bienes que surjan de nuevas tendencias de consumo del mercado.