Modesto Moreta. Redactor
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Hasta antes de 2006, Edwin Jaya era un deportista desconocido. El estudiante de séptimo año de educación en el Centro de Formación de Niños Especiales, financiado por el Consejo Provincial de Orellana, no había desarrollado sus habilidades deportivas innatas. Sus maestros, cuando tenía 19 años, descubrieron que Jaya era un prospecto al cual debían pulir. Y así lo hicieron.
El joven, que sufre con discapacidad intelectual, comenzó a destacar por su velocidad en las competencias de 100 metros planos en atletismo. Los logros en los juegos cantonales y provinciales lo llevaron a integrar la selección de Orellana que, en 2006, participó en los Juegos Nacionales. Allí obtuvo medallas de oro y plata. Además, en 2007, viajó a China para representar al Ecuador en las Olimpiadas Especiales.
Sus ojos negros brillan. Sonríe cuando recuerda que ganó una medalla de oro en postas 4 x 400. “Mis padres y profesores me ayudaron para este logro importante de mi vida”, dice emocionado.
Los beneficios
El nadador Germán Tanguila recibe de la Federación Deportiva de Napo una beca que cubre los gastos de sus estudios y alimentación.
Edwin Jaya y Víctor Hugo Holguín son seleccionados de Olimpiadas Especiales de Orellana y Pastaza, pero carecen de apoyo federativo.
Víctor Holguín no pudo ir a las Olimpiadas 2007 porque estuvo enfermo.Él participó con la selección de Orellana en los II Juegos Amazónicos de Olimpiadas Especiales realizados en Puyo (Pastaza), tres semanas atrás.
Jaya, de 1,67 de estatura, se esfuerza en los entrenamientos para mantenerse en forma, pero la tarea no es fácil. Él, además de asistir a los entrenamientos, debe trabajar y estudiar.
El día para él empieza a las 05:30, media hora después sale de su casa, ubicada en la comunidad San Pablo. En una ranchera (chiva tipo bus), único medio de transporte en la Amazonia, viaja hasta el cantón Joya de los Sachas, a 40 minutos del pueblo.
La jornada finaliza a las 12:30 y retorna nuevamente a casa, almuerza y sale al trabajo. Labora en una empresa de servicios petroleros. “Soy camarero y gano USD 230 mensuales”, explica.
Jorge Cox, su entrenador, dice que su dirigido no tiene apoyo de la Federación Deportiva local.
Desde las calles de Pastaza a las pruebas de Estados Unidos
Camina con dificultad, pero al momento de subir a su bicicleta, Víctor Holguín es un deportista completo. En sus 14 años en esta actividad ha competido en pruebas locales internacionales.
La atracción por este deporte comenzó a los 11 años. Él trabajaba como oficial de albañilería en una construcción, en Puyo (Pastaza) donde nació hace 25. Con el dinero que reunió compró su primera bicicleta, una BMX.
Con la bicicleta paseaba por las calles y avenidas de la ciudad. Su padre Víctor aún le motiva para que siga adelante. Además matriculó a su hijo en el Instituto de Educación Especial de Pastaza. En este lugar el entrenador Flavio Castro lo descubrió.
“Era un chico tímido, pero le di confianza y comenzó a desarrollar sus destrezas”, afirma Castro.
En 1999, tras cinco años de entrenamiento, Holguín integró por primera ocasión la selección de Pastaza que participó en los Juegos Nacionales Olimpiadas Especiales. Por su buena actuación fue convocado a la Selección ecuatoriana que participó ese mismo año en Carolina del Norte (Estados Unidos). Allí obtuvo dos medallas, una de oro y otra de plata.
Los trofeos motivan a Holguín para continuar con sus entrenamientos. Estos empiezan a las 18:00 y terminan a las 20:00.
Con su bicicleta, Holguín recorre a diario la vía Puyo-Shell, actividad que practica después de llegar del trabajo.
Dejó de nadar en el río para ir a la piscina
Aunque no habla, sus gesticulaciones son suficientes para que Germán Tanguila converse con Juan Carlos Chávez, entrenador de la Federación Deportiva de Napo. Con el movimiento de sus manos, dice que está listo para competir en los 100 metros combinados (estilos mariposa y libre).
Él es otro de los deportistas de élite que compitió en los II Juegos Nacionales de Olimpiadas Especiales en Puyo.
Este joven, de 17 años y con 1,65 metros de estatura, desde su triunfo en las Olimpiadas de China es uno de los seleccionados que pertenece a los registro de la Federación de Napo. Chávez elogia el estilo técnico y veloz, pues él aprendió a nadar en el río.
Llegó a los 14 años a la escuela especial. Ahí sus maestros lo incentivaron para que compita en las pruebas internas y en los provinciales de natación. Allí logró varias medallas de oro y plata.
El nadador es responsable en sus entrenamientos y en la educación que recibe. Su primera jornada inicia desde las 04:00 hasta 06:30. Luego acude a las actividades académicas que recibe entre las 07:30 y las 12:30, en el centro de Educación Especial de Napo; y en la tarde (de 18:00 a 20:00) a los talleres de carpintería.
Desde hace dos años, Tanguila, quien ganó una medalla de oro en los 100 metros libres de los Juegos con discapacidad en China, forma parte del grupo que viven en la residencia deportiva de la Federación de Napo, organización que lo ayuda con la alimentación y la financiación de una beca.