La fiscalía de Panamá culminó el miércoles 13 de abril de 2016 una operación de allanamiento y aseguramiento de información en las oficinas del bufete de abogados Mossack Fonseca, eje del escándalo de los Panama Papers.
Así lo confirmó la noche del miércoles 13 de abril el fiscal Javier Caraballo, luego de una diligencia de 27 horas en las oficinas y el Data Center que suministra el respaldo tecnológico a esa firma especializada en el registro de sociedades anónimas.
Caraballo indicó que la firma “casi no tiene archivos físicos, de manera que la investigación se ha centrado en asegurar la información digital que da cuenta del funcionamiento del grupo”.
El fiscal reseñó que la investigación se ha tornado “compleja”, debido a que la firma legal cuenta con unos 100 servidores virtuales.
Precisó que el procedimiento efectuado el martes 12 y miércoles 13 de abril ha cumplido el objetivo primario, que es el “aseguramiento de la información”, que debe ser analizada para verificar si contiene evidencias o elementos que acrediten o no hechos punibles.
Caraballo aclaró que la fiscalía ha tenido en cuenta informaciones divulgadas a través de medios sobre presuntos actos ilícitos en los que estaría involucrado Mossack Fonseca, pero ello debe ser contrastado con la documentación virtual encontrada.
Indicó que Ramón Fonseca Mora, de la firma Mossack Fonseca, colaboró con las diligencias, lo que ha permitido a las autoridades ahorrar recursos en una investigación que habría tomado más tiempo en esta fase.
Peritos del Ministerio Público examinarán los archivos asegurados, para determinar nuevas acciones, que podrían llegar al cierre de la firma en caso de que sean encontrados indicios de actos ilícitos. No obstante, aclaró que el bufete sigue funcionando.