El 4 de marzo del 2021, militares hallaron una estructura que iba a ser usada ilegalmente. .Foto: FF.AA.
Primero fueron cargamentos de droga. Luego aparecieron laboratorios, una pista y una avioneta clandestinos. Ahora, en la selva ecuatoriana fronteriza con Colombia, también se ha descubierto plantas de coca.
Jefes militares hablan de “mayor actividad” de las mafias dedicadas al narcotráfico.
¿Por qué ocurre aquello? Los servicios de Inteligencia dicen que bandas identificadas con carteles mexicanos y colombianos tratan de sacar los cargamentos de cocaína a través de Ecuador o intentan montar campamentos para procesarla.
Datos oficiales señalan que los emisarios de estos grupos supervisan que la droga que ingresa por la frontera norte sea llevada a puertos y aeropuertos.
Las bandas también usan pistas clandestinas para enviar droga hacia Centroamérica, mediante avionetas que sobrevuelan el espacio aéreo ecuatoriano ilegalmente.
Antinarcóticos de la Policía señala que el objetivo de esas organizaciones es superar la cantidad de envíos del 2020, pues ese año todas las actividades, incluidas las ilegítimas, se frenaron por la pandemia. Las investigaciones determinaron que eso hizo que los cargamentos ilegales quedaran acumulados en suelo colombiano.
Por eso, en el inicio del 2021 se han intensificado las operaciones mafiosas. Así lo advierte personal que rastrea estos hechos. En Esmeraldas, por ejemplo, es la primera vez en cinco años que una aeronave con droga es detectada.
La avioneta sufrió un accidente en una zona alejada de San Lorenzo, territorio fronterizo con Colombia. En los alrededores de la parroquia Yalaré, donde fue encontrada, los oficiales también descubrieron paquetes con droga.
En la zona fronteriza de Esmeraldas se han detectado operaciones de 13 grupos armados y mafias asociadas a carteles mexicanos. El último ‘cristalizadero’ encontrado en el sector de La Cadena (San Lorenzo) pertenecía a Los Contadores, un grupo que está en rivalidad con los disidentes de Óliver Sinisterra.
Estructuras similares funcionan en Sucumbíos, según documentos de los uniformados a cargo de esa provincia.
En este año, los militares han observado que las organizaciones usan a comuneros para que siembren plantas de coca en los islotes que se forman a lo largo del río San Miguel.
Las mafias pagan a pobladores colombianos que se asientan en las orillas, para que crucen en canoas, retiren la maleza en suelo ecuatoriano y siembren. A quienes se rehúsan los amenazan. Estos detalles están documentados por los investigadores.
En este año, el personal de la Brigada de Selva Nº 19 Napo halló dos plantaciones en Sucumbíos. Ellos indican que detectar estos sembríos es una “tarea complicada”, porque se confunden con la maleza del sector y, además, quedan en zonas remotas.
En el último operativo, los soldados llegaron en helicópteros al sitio donde estaban sembradas las matas ilegales.
Desde Lago Agrio, el sobrevuelo duró 20 minutos y la nave aterrizó en un helipuerto abierto en medio de la selva.
Luego de 30 minutos de camino a pie, los militares encontraron las plantas.
Este operativo se registró el 5 de marzo del 2021. Ahí encontraron 10 000 matas que fueron sacadas de raíz, una por una, y luego incineradas. En el informe elaborado tras el operativo, se señala que además hallaron una infraestructura que estaba lista para albergar un laboratorio para producir alcaloides. Dos días después, encontraron 10 000 plantas más.
Jefes militares dicen que antes las mafias no intentaban sembrar como hoy en territorio nacional y se limitaban a quedarse en Colombia. Por eso indican que esto les “llama profundamente la atención”.
El Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de las Naciones Unidas cifró en 150 000 hectáreas los sembríos de coca en el país vecino. La mayoría está frente a Ecuador.