El exalcalde Mauricio Rodas pretendió unir los barrios altos del noroccidente de Quito con la estación La Ofelia, mediante un sistema de teleférico al que se bautizó como Quito Cables. Pero siete años después y con aproximadamente USD 1 millón invertidos, nada ha pasado. Actualmente, el proyecto está suspendido por “problemas técnicos, legales y sociales”, según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
Los moradores de San José del Condado cuentan otra versión. Según Patricio Molina, síndico de los afectados del sector, cuando el Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CIE) inició las excavaciones, se encontraron “ríos subterráneos” y frenaron los trabajos. “Fueron estudios (preliminares) fantoches que no estuvieron avalados”, asegura Molina. Según el morador, eso motivó a que el CIE abandonara el proyecto y demandara a la Epmmop por USD 1,2 millones, más intereses y honorarios de abogados.
En efecto, de acuerdo con el estudio definitivo de análisis ambiental, se identificó en el nivel freático una capa de agua, a más de seis metros de profundidad. Sin embargo, según el ingeniero civil Paúl Ayllón, esos terrenos son “fáciles de excavar”, porque no hay presencia de agua ni rocas. En el momento hay, al menos, tres procesos contractuales pendientes en torno al proyecto. El contrato con el CIE cuenta con un acta transaccional de liquidación. El de fiscalización con la Escuela Politécnica Nacional se halla en juicio para definir acuerdos de liquidación. Y el de estudios, con la misma entidad, está suspendido.
Daniel González, experto en contratación pública, explica que los contratos establecen siempre una garantía. Y de esa manera se pueden precautelar los fondos municipales. En un examen especial, del 1 de enero de 2016 al 31 de agosto de 2021, la Contraloría concluyó que la construcción terminó anticipadamente “debido a que el gerente de Epmmop contrató el proyecto sin que una parte de los predios necesarios para la ejecución de la obra estén liberados”.
En primera instancia, el valor del contrato fue de USD 43,5 millones. En diciembre de 2016 se entregó al CIE el 30% del valor para iniciar los trabajos. En septiembre del 2019, el contratista devolvió USD 12,3 millones a la Epmmop, bajo el concepto Devolución Anticipo Proyecto Quito Cables. De acuerdo con la respuesta de la Epmmop a este Diario, “la ciudad recupera la inversión solo cuando termina el proyecto y entra en operación”. Mas, no está claro si la obra se llevará a cabo o no.
Los afectados
Una 200 personas se declaran afectadas por el proyecto. Sus propiedades fueron expropiadas y el dinero reposa en una cuenta del Consejo de la Judicatura. Molina cuenta que varios de los moradores no han cobrado el dinero. “Estamos viviendo en casa ajena”, lamenta. Denuncia que hace seis años no pueden vender, heredar ni hacer adecuaciones a sus propiedades. Lo que sí les ha tocado -reclama- es seguir pagando impuestos municipales.
Las casas de toda una manzana en el barrio San José del Condado mantienen en sus paredes pintadas consignas contra el proyecto. Nadie se ha ido y ninguna casa fue demolida para avanzar con la construcción. La Epmmop afirma que el proceso de expropiación ha avanzado “como corresponde” y, en algunos casos, los trámites han concluido. Sin embargo, aún existen predios -no especifican cuántos- que se encuentran en juicio de consignación a la espera de una sentencia.
Para Molina, eso da cuenta de la mala planificación que hubo. Con sus vecinos, lo único que espera es que les devuelvan las propiedades, pues está seguro que el proyecto no se llevará a cabo nunca.