Junio marca la apertura de la estación seca en la Costa. Así ha sido según los registros históricos, pero las lluvias en este 2023 aún persisten y causan graves estragos en zonas como Esmeraldas, que ya suma 4 100 familias afectadas por las inundaciones.
Tres factores indicen en esta prolongación de las precipitaciones en la región. Carlos Naranjo, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que aún está posicionada sobre Ecuador la Zona de Convergencia Intertropical (ZCI), un cinturón de nubes que aporta lluvias.
“La ZCI sigue posicionada en el centro y norte del país. Pero además desde el este tenemos aporte de humedad de la cuenca amazónica y a esto se suma el calentamiento anómalo, persistente y sostenido del mar frente a nuestras costas”, indica el especialista.
La estación lluviosa 2023 deja hasta ahora 36 fallecidos y 116 196 personas afectadas, según el informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos. El Gobierno ha registrado 2 349 eventos peligrosos por el temporal, entre inundaciones, deslizamientos, colapsos estructurales, entre otros.
¿Por qué aún no se desplaza la ZCI?
La Zona de Convergencia Intertropical (ZCI) es la región donde confluyen los vientos alisios de los hemisferios norte y sur. Es conocido como un cinturón de baja presión, formado por corrientes de aire cálido y húmedo que generan lluvias.
En diciembre, cuando arranca la estación lluviosa en la costa ecuatoriana, la ZCI se posiciona sobre el país. Mientras que en mayo tiende a desplazarse hacia el norte, con dirección a Centroamérica. Ese traslado aún no sucede.
El técnico Naranjo explica que el debilitamiento de los vientos alisios y la presencia de la vaguada de Panamá en las costas de ese país están operando como una especie de freno para la ZCI. Las vaguadas se caracterizan por su baja presión y columnas de aire que pueden formar nubes y lluvias.
Las lluvias no se relacionan con El Niño
El calentamiento del Pacífico se mantiene frente a las costas ecuatorianas y peruanas. Los reportes oceanográficos calculan 1.5°C por encima de la temperatura normal para esta época del año (promedio de 26°C).
Esa es otra de las razones de la prolongación de la estación lluviosa en la Costa. Los registros de todas las estaciones meteorológicas del Inamhi en mayo estuvieron por encima de los valores históricos regulares en las ciudades costeras. Solo Manta (Manabí) se mantuvo bajo lo normal.
La temperatura del mar también incide en la temperatura del aire. Los valores máximos han sobrepasado los promedios; es decir, continúan los días calurosos y soleados pese a que no es lo habitual para la época.
Los organismos encargados de monitorear el clima aclaran que el actual aumento de la temperatura del mar no se relaciona con El Niño. El calentamiento por ahora está focalizado en la costa de Ecuador, mientras que los cambios que alertan la posibilidad de un evento global se monitorean en el centro del Pacífico.
El Niño comenzó, en el Pacífico Central
El Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció en esta semana el inicio del evento El Niño. Su presencia eleva la posibilidad de fenómenos extremos, como lluvias intensas, ciclones, incluso sequías.
Sin embargo, su efecto aún no se sentirá en Ecuador. Es la aclaración que hace el Comité para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen). “En Ecuador hay una probabilidad mayor al 80% de que se presente en el segundo semestre del año”, indica un comunicado del comité.
Según el Índice Ecuatoriano del Fenómeno El Niño, el país se mantiene en observación durante junio. También se extiende la declaratoria de alerta amarilla en 17 provincias, emitida por la Secretaría de Gestión de Riesgos.
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