En la ribera aledaña al río Otongo, los movimientos de tierra avanzan para que en dos años sus aguas sean el nuevo surtidor del líquido potable para Santo Domingo.
Se han abierto zanjas en esa zona de la parroquia rural El Esfuerzo, para que las tuberías permitan la captación de 500 litros por segundo desde ese afluente.
Hay expectativa en los 11 sectores que se beneficiarán directamente de este plan. Las autoridades dicen que se trata de una obra que busca solucionar el déficit del servicio de agua potable con una mejor captación, conducción y suministro. El plan también incidirá en la cobertura del resto de la urbe, pues se espera que el suministro sea continuo.
Actualmente, el 46,81% de pobladores de la capital de la provincia Tsáchila recibe agua tratada en sus viviendas, mientras que en las parroquias les llega a 2 de cada 10 personas, según la consultora Sibhialta.
Esto significa que solo 214 661, de los 458 580 habitantes, se abastecen de agua potable en la ciudad de Santo Domingo. Este déficit en el servicio impacta en los usuarios.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en Santo Domingo de los Tsáchilas se consumen 15,60 metros cúbicos de agua al mes, cuando el promedio nacional es de 19,31.
Esta información corresponde a los reportes de los municipios y sus empresas de agua potable y alcantarillado, que fueron difundidos en 2020. En esa data se indica que en 10 provincias se supera la media nacional.
Cristina Zambrano, habitante de El Esfuerzo, reniega porque el servicio de la red regular no llega al lugar. Ella utiliza el agua del río Otongo. Ahora que ve el permanente movimiento de maquinaria en su sector, está optimista, porque cree que al fin dejará de ir al afluente a cargar agua en recipientes.
En los sitios Río Verde, Municipal, Santa Martha 2, Unión Cívica, La Aurora, Villa Florida, 30 de Junio, Modelo, Ciudad Nueva, Buenos Aires y Bellavista, sus moradores, dicen que esta obra sustituirá el uso de agua de pozo o la que compran en tanqueros.
Ramón Cedeño, dirigente en la Ciudad Nueva, sigue con atención el anuncio de la instalación de los 27 000 metros de tuberías y 700 accesorios que contempla la obra potable que se financia con USD 22 236 687,35.
El Consorcio de Agua SD, conformado por las firmas Sinohydro y Powerchina, está al frente de estos trabajos que deben ser culminados en el segundo semestre de 2023.
Problemas de abastecimiento
En Tungurahua, con su capital Ambato, al menos 2 600 habitantes de las zonas altas de Atahualpa, Martínez, Unamuncho, Cunchibamba e Izamba, ubicadas al norte de esa ciudad, tienen problemas de abastecimiento de agua potable las 24 horas.
En esos lugares, el déficit es más marcado. En esta provincia el consumo también es menor que el promedio nacional, con 18,45 m³ al mes.
Según la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato, los 120 litros por segundo que provee el proyecto Quillán-Alemania no cubren la demanda de las 52 000 personas que habitan en estas parroquias.
En el momento se necesitan 50 litros por segundo adicionales para cubrir la escasez. Eso obliga a realizar racionamientos por horas y hasta de 3 y 4 días, que son cubiertos a través de la repartición con tanqueros.
Según los técnicos de la entidad, trabajan en un proyecto paralelo al sistema Quillán-Alemania.
La construcción se iniciará en abril y estará lista en el tercer cuatrimestre de este año, con una inversión de USD 3 millones. El proyecto consistirá en colocar una red o línea de impulsión similar a la actual obra.
También se iniciará el estudio de consultoría para ver qué tan factible es conducir el agua de los ríos El Golpe y Aluleo, en el sector oriental, para atender a toda la población del norte. Algo similar afrontaban algunas parroquias del sur de Ambato. Sin embargo, con la construcción de la planta de tratamiento de Apatug se abastecen 250 litros por segundo a estos sitios.
En el barrio La Merced, de la parroquia Izamba, cerca al aeropuerto de Chachoán, vive la familia de Gustavo Manobanda. Contó que hace más de un año hay problemas con el suministro del agua potable.
Explicó que solo en la parte alta de Quillán Loma se reparte el agua con tanqueros, porque no llega a la zona media. “Es un problema el que afrontamos, porque se necesita asearse en estos momentos por el coronavirus”.
Un similar inconveniente afronta Carmen Carrión en la zona alta de Quillán Loma. Afirmó que es necesario que las autoridades pongan en marcha un proyecto que abastezca de agua a toda las zonas altas y medias.