Con el inicio de diciembre comenzaron los preparativos para festejar la Navidad y el Año Nuevo. Pero también volvieron a las calles de Guayaquil los roces y enfrentamientos entre los comerciantes informales y la Policía Metropolitana.
Ayer, por segundo día consecutivo, se dieron incidentes en pleno casco comercial del Puerto Principal. La Policía Nacional debió mediar para evitar que las agresiones continuaran.
Poco antes de las 12:00 se repitieron los enfrentamientos que se dieron el miércoles por la tarde. Ese día la guardia municipal retiró una decena de carretillas de venta de jugo de coco. Esto ocurrió en la avenida Olmedo y Colón.
Ayer, los afectados se reunieron en las calles Chile y Colón para organizar una visita a las autoridades municipales y pedir la devolución de sus enseres.
“Estaba trabajando cuando me cayeron cuatro metropolitanos por la espalda. Como reaccioné, uno de ellos me partió la cabeza con un tolete”, contó el comerciante Sixto Caicedo, quien presentaba sangre en su camiseta.
Jenner Ayoví, dirigente de la Asociación de Vendedores de Jugos de Coco, dijo que tienen 40 años trabajando en las calles de Guayaquil. “Nos han quitado las herramientas de trabajo, nos han maltratado y agredido. Hay seis compañeros que están heridos y lo que queremos es que nos devuelvan nuestros implementos de trabajo con los que mantenemos a nuestras familias”.
Juliana Cevallos, quien apoya en la organización de los comerciantes, pidió públicamente al Presidente de la República que dialogara con el Alcalde de Guayaquil para que se acaben del todo las agresiones de los metropolitanos a los vendedores.
“Hay metropolitanos armados. No es justo que vengan a agredir a los compañeros y a una dama por el simple hecho de buscar un diálogo con el Municipio”, dijo Cevallos. Ella convocó a los comerciantes a la marcha ‘No a la violencia, sí al trabajo’, para el viernes 10 de diciembre, desde las 10:00, por las calles del centro de la urbe.
La Policía Metropolitana también mostró a varios de sus miembros con heridas en sus brazos y cabeza.
Andrés Cedeño, comisario Primero de Policía, se hizo presente en el lugar de los incidentes. Junto a uniformados velaron porque se mantuviera el orden. Varios locales comerciales cerraron sus puertas para evitar saqueos.