Esta semana se realizó la estabilización de la carretera y desde la siguiente se hará prevención.
Los trabajos en el kilómetro 51,9 de la vía Alóag – Santo Domingo no se han detenido desde el pasado viernes. Dos retroexcavadoras y dos gallinetas son utilizadas para acomodar las piedras con las que se reconstruye la carretera, que une la Sierra con la Costa. El 17 de abril último, el afluente socavó las bases de la vía y destruyó uno de los dos carriles en un tramo de 100 metros.
Las labores de emergencia como la estabilización de la calzada para colocar una capa de asfalto durarán una semana. Pero las obras complementarias tardarán de dos a tres meses más, según el director de Fiscalización de la Prefectura de Pichincha, Edwin Herrera.
En este período se ejecutarán obras de protección en el río Pilatón, para evitar los daños como el del jueves anterior, que cerró el paso. Durante dos días, la circulación vehicular fue suspendida. Por esa carretera van 22 000 vehículos diarios.
Entre los trabajos en el afluente está un dragado. Herrera explicó que servirá para retirar una parte del sedimento del río. Eso hará que haya menos presencia de escombros.
También se contempla la posibilidad de reforzar un dique. En el momento, este muro ha desviado el cauce del río.
Pese a ese trabajo, los técnicos están en alerta por el antecedente de ese jueves. Las aguas fluyen en medio de enormes rocas que se desprenden desde los cerros que hay en los alrededores. Vinicio Ramos, inspector fiscalizador de la Prefectura de Pichincha, es el encargado de supervisar que el dique que desvió el cauce no sea destruido con el agua.
El operador Juan Bautista señala que lo más laborioso ha sido rellenar el margen vial que lindera con el río. Él es el encargado de colocar simétricamente las piedras para que el tramo de la vía tenga firmeza.
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Ahí se colocaron 3 000 m3 de piedras, equivalentes a unas 370 volquetas, para conformar la barrera de escollera. Bautista explica que cada roca mide 3 x 3 metros cuadrados y un peso superior a las 600 libras. “Por eso, para poder compactarlas hay que hacer un trabajo minucioso que toma su tiempo”.
Los obreros trabajaron desde el viernes pasado hasta ayer, 23 de abril, en un horario de 05:00 a 18:00. Una de las ventajas que tuvieron fue el buen clima. Desde el jueves hasta ayer solo se han presentado lloviznas.
Para el secretario de Infraestructura Física de la Prefectura, Fabián Uzcátegui, los planes de contingencia funcionaron. Para atender el problema se ordenó que acudieran 20 volquetas y siete retroexcavadoras tanto de la Prefectura como de la compañía Hidalgo e Hidalgo, concesionaria de la vía.
En la intervención, también trabajaron 50 personas. En derrumbes o mantenimiento lo hacen 10 con dos retroexcavadoras. “En un principio pensamos habilitar la vía en tres días pero logramos acortarla a uno (18 de abril)”.
Ayer, la Prefectura de Pichincha evaluó el despliegue para atender el daño. La inversión en ese tramo durante el feriado fue de USD 150 000.
El secretario del Sindicato de Operadores Mecánicos del Ecuador, Hoover Delgado, señaló que entre los trabajos que se realicen de prevención debe constar una reforestación integral de las laderas. “Muchas han sido deforestadas y eso históricamente es una de las causas para que la tierra se afloje”.
Carolina Ordóñez, funcionaria del peaje ubicado en Santo Domingo, aseguró que constantemente se informa sobre el estado vial. Por ejemplo, ayer en la zona había un letrero con la frase: “Maneje con precaución en el km 51, vía habilitada”.
En contexto. Durante este invierno, la vía Alóag-Santo Domingo ha soportado 42 derrumbes. Los más graves han ocurrido en el kilómetro 28. En el último mes se registraron tres. Los técnicos de la Prefectura de Pichincha evalúan las obras que se harán para estabilizar el talud.