La tarde de este viernes 24 de junio de 2022, se vivió un ambiente de guerra en el Parque El Arbolito. Desde tempranas horas de la tarde varios grupos de manifestantes se posaban en la av. 12 de Octubre y otros en la av. 6 de Diciembre. Todos con la misma consigna, replegar a la policía y militares que se encontraban varios metros más al sur de su posición.
Cerca de las 14:30 en los alrededores de este sector se escuchaban volares y granadas aturdidoras. Varias personas en las calles aledañas murmuraban que el ruido era similar al de una película de guerra. Estos sonidos provenían de algunos lugares en las inmediaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
El reloj marcaba las 15:00, los sonidos no cesaban, el ambiente era ensordecedor, el olor de las bombas lacrimógenas recorría todo el sector impidiendo que se pueda respirar bien y los ojos se cerraban por el gas. La mirada de las personas era siempre al cielo, observaban que las granadas no los impacten ya que algunas caían dentro del parque.
Era una zona de guerra, heridos en medio de las calles, en el parque y dentro de las banderas de Ecuador, otras también flameaban, blancas con una cruz roja en el centro. Los asistentes de la salud cubrían varias zonas de este sector, recorriendo en grupos en una fila tomados del hombro, flameando su bandera blanca para no ser atacados, atendiendo a personas que se asfixiaban por los gases, otros al correr con torceduras en sus tobillos y algunos con impactos de bombas en su cuerpo.
Otras personas descansaban en algunas zonas del parque, en su gran mayoría en el exterior de este sector, a un lado de la CCE. Los manifestantes hacían largas filas en la av. 12 de Octubre para pasar adoquines y formar una especie de murallas en las primeras líneas. De mano en mano pasaban este material y pedían a las personas que estaban en el parque que se acerquen a ayudar.
Cerca de las 15:30 llegaron algunas camionetas con comida. Algunos tomaron sus tarrinas haciendo largas filas, otros optaron por llevar a las personas que se encontraban en combate a varios metros de ellos.
Pasaron alrededor de 15 minutos y se escuchaba a las personas decir que el presidente iba a dar un comunicado a las 16:00. Dentro de los rostros se podía observar angustia, otros con alegría pensaban que iban a ceder con sus peticiones. El sonido atronador de voladores era constante y la lluvia de bombas lacrimógenas, algunas desde edificios aledaños al parque.
A las 16:00 el ruido de las bombas y voladores dejó de ser constante, algunos miraban sus celulares, otros no sabían lo que pasaba. Las caras eran de incertidumbre, también había quienes no sabían nada.
A esta hora el presidente Guillermo Lasso había mencionado que Leonidas Iza no buscaba un diálogo, sino su destitución. Por ello, informó que utilizará los medios necesarios para defender dentro del marco legal el orden público, con el uso progresivo de la fuerza.
Alrededor de las 16:35 los estruendos se multiplicaron, la gente empezó a correr por las calles y los parques en este sector. Algunos en el Parque El Arbolito trepaban las barandas para ingresar a la CCE. A lo lejos se escuchaba el sonido de motocicletas y las bombas lacrimógenas caían constantemente en estas vías dentro de los parques, por lo que las personas corrían en sentido sur- norte, buscando un refugio.
En el parque y las avenidas paulatinamente había menos manifestantes, personal de la salud acudía a varios llamados de personas que no podían respirar, ellos no abandonaron el lugar hasta poder socorrer a algunos heridos.
En las calles aledañas a la Casa de la Cultura se vivía momentos de tensión, las personas corrían desesperadas sin saber hacia dónde dirigirse, algunas mencionan que no podían ir a la CCE porque había presencia de policías.
Cerca de las 17:30 la Policía Nacional pudo recuperar el espacio del Parque El Arbolito. Militares ayudaron en la limpieza de esta zona quitando varios de los adoquines que estaban en el suelo, que habían servido para formar murallas y otros para lanzar contra los uniformados. Otro grupo de agentes patrullaban estos sectores para dispersar a las personas que se encontraban aún por esta zona.