Una piscina natural en medio de una solitaria playa, rodeada de arena blanca, engancha a los turistas. Los pescadores la bautizaron como la Isla del Amor y lo promocionan como destino para vacacionar, descansar, pescar y para divertirse.
La Isla del Amor está frente a las playas de Cojimíes, parroquia de Pedernales (Manabí). Para ir allá, primero hay que llegar a Cojimíes, un poblado de calles arenosas y casas de madera. Su gente es amable.
Este lugar se formó en 1947 y allí viven 12 000 personas. Está en el norte de Manabí.
Arribar al sitio es una travesía de paisajes. Se pasa por Pedernales, a 135 kilómetros desde de Santo Domingo, o a 268 kilómetros desde Quito.
Desde Pedernales a Cojimíes se recorren 35 kilómetros por una vía recién asfaltada. Ya en la playa, la actividad obligatoria es visitar la Isla del Amor. Se toma un bote y en 10 minutos se llega. El destino es un amplio y solitario arenal, donde terminan pequeñas olas. Solo se siente tranquilidad. La isla no está poblada.
Los pescadores de Cojimíes son los guías. Uno de ellos, Amado Baeza, es el presidente de la Asociación de transportistas turísticos. Este gremio tiene 23 integrantes.
Baeza dice que cuando los turistas desembarcan en el sitio, lo primero que hacen es quedarse descalzos. “A los ecuatorianos y extranjeros les encanta sentir la suave arena blanca en sus pies”.
La experiencia no es completa sino se nada en la alberca junto a los peces. La brisa fresca se siente todo el tiempo.
Pero la aventura continúa. El tour fluvial incluye un paseo por el estuario. En este recorrido se observan los bosques de mangle.
En algunos pequeños islotes de arena se observan bandadas de patos cuervo, garzas y aves migratorias. Al paso de los botes, estas especies emprenden un breve vuelo como para distraer a los navegantes.
Aquí, además, se puede practicar pesca deportiva de corvina y róbalo. Una experiencia adicional es la recolección de conchas y cangrejos, con la ayuda de los guías.
De regreso a las playas de Cojimíes lo ideal es hidratarse con agua de coco helado y para calmar el hambre está la especialidad de la zona: el encocado de corvina, que es un manjar para el paladar del turista.
Lo que debe saber para su viaje
Las especies. En las playas de la zona puede ver cangrejos blanco s (foto), gaviotas, pelícanos, garzas, cangrejos, patillos, entre otros. Estos habitan, principalmente, en la zona del estuario y en la Isla del Amor.
Cómo llegar. Hay buses desde Quito a Cojimíes. La cooperativa Alóag sale a las 07:00 y la Kennedy, a las 10:00. El pasaje cuesta USD 7,50. Esta última cooperativa también tiene viajes desde Guayaquil a Cojimíes a las 22:00. Vale USD 10. Desde El Carmen en Manabí (USD 6,50). Desde Pedernales a Cojimíes hay busetas, USD 1.
Hospedaje. La hostería El sueño de Teo es uno de lo lugares más tradicionales. Hay cabañas con techo de paja toquilla. El costo por cada una, en época alta, fluctúa entre USD 40 y 60, para ocho y cinco personas, respectivamente. En época baja, el precio es de USD 7 por persona. También hay habitaciones de cemento a USD 30 para cuatro personas. En los hoteles el costo fluctúa entre USD 12 y 15 por persona.
Alimentación. Los restaurantes de la playa ofrecen almuerzos desde USD 2. Los platos a la carta se los encuentra a partir de los USD 4. Además hay familias que preparan comida bajo pedido. Elena Mera es conocida por eso. Ella prepara gallina criolla, encocado de langosta, arroz con camarón, etc.
Otros detalles
Alquiler de botes. El tour en un bote con capacidad para 10 personas cuesta USD 20. El valor no sube si una pareja o una familia desea quedarse en la Isla del Amor. El canoero les deja en este sitio y regresa más tarde, según las instrucciones de los turistas.
La recreación. En Pedernales y su parroquia Cojimíes se promociona el ecoturismo. Se hacen recorridos por los manglares y comunidades que viven de la recolección de la concha y el cangrejo.
La playa. Los cocotales son tradicionales en Cojimíes y de la Isla del Amor. Su fruto es ofrecido a los turistas, ya sea directamente o en batidos con hielo y frutilla.
Bares. En la noche los visitantes que lleguen Cojimíes pueden retornar a Pedernales. En esta localidad operan bares con singulares nombres y cocteles. Aquí se les denomina chozas cocteleras y están ubicados en el malecón de Pedernales.
Seguridad. La seguridad de los turistas en la playa y en las vías está a cargo de la Policía de Tránsito. En Pedernales hay 30 policías que resguardan los caminos aledaños y el malecón, adornado de 13 000 palmeras. Ellos vigilan durante las 24 horas. También participan salvavidas municipales y de la Cruz Roja.