El Gobierno consiguió aplacar los ánimos caldeados de los transportistas del país. Las movilizaciones nacionales anunciadas para este lunes 4 quedaron suspendidas.
Bastaron tres horas de reuniones en Quito con dirigentes de la transportación, para llegar a acuerdos. Entre las autoridades del Régimen estuvieron las ministras Doris Soliz y María Duarte; el director de la Comisión Nacional de Tránsito, Ricardo Antón; y el asambleísta César Rodríguez (A. País).
Así las movilizaciones en todo el país quedaron reducidas a una marcha hacia la Asamblea Nacional, el próximo jueves 7.
Jorge Calderón, presidente de la Federación Nacional de Taxistas, dijo que la movilización a la Asamblea es para vigilar que se respeten los acuerdos de socialización, hechos alrededor de las reformas a la Ley de Tránsito.
Dijo que pese a haber llegado a consensos con los asambleístas, se sacaron de las reformas aspectos como los artículos 144 y 145, que determinan la detención tanto del vehículo como del conductor que se encuentren ofreciendo un servicio público sin estar autorizados para aquello.
Jorge Yánez, presidente de la Federación de Transportistas Urbanos de Pichincha, explicó que el Gobierno se comprometió a ejercer un control más estricto sobre los transportistas informales. Además que se regularizará a las compañías de transporte intercantonal.
Pero el anuncio de las movilizaciones y los acuerdos con el Gobierno fueron calificados como un “tongo” por Ricardo Onofre. El secretario de la Federación de Choferes Profesionales del Ecuador, dijo que “lo que se está buscando es respaldar la tesis de Ricardo Antón, quien tiene denuncias al igual que algunos dirigentes de los transportistas”.
Además, la dirigencia no está de acuerdo con la facultad que el Cootad le otorga a los municipios del país de controlar el tránsito y la transportación.