Luego de llamar a la central telefónica durante tres semanas, consiguió un turno para la atención en el servicios de Ginecología.
Pero Gabriela M., de 36 años, deberá esperar el 1 octubre para asistir a su cita médica. Ese fue el día que le asignaron en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), de Santo Domingo.
Gabriela está asegurada desde hace 6 años y contribuye mensualmente con los pagos al igual que su empleador.
Pero solo ha utilizado el servicio médico dos veces, por lo complicado que resulta obtener un turno. “Me diagnosticaron quistes en el ovario. Necesito chequearme periódicamente. No puedo esperar dos meses. Esto es un insulto para los afiliados”, comenta.
Según Carlos Carrión, director médico del Hospital del IESS, la tardanza en la entrega de citas se deben a la falta de personal en el nuevo centro. Esta casa de salud se inauguró el 17 de julio de 2012.
Al momento, el déficit es de 94 médicos, entre 29 especialistas y 25 generales, asegura.
Gabriela necesita la ayuda de un ginecólogo. En el hospital hay cuatro. Pero para cumplir con la demanda de los afiliados (23 000) deberían contratar cuatro más, según un diagnóstico que se realizó en este sanatorio.
Entre tanto, Carrión señala que se ejecuta un plan para contrarrestar la falta de médicos. A los anestesiólogos, por ejemplo, se los contrata de otras ciudades por horas. Según Armando Vilca, ex presidente del Colegio de Médicos de la provincia, en el país faltan medicos especialistas en varias ramas.
Es por ello que los médicos de posgrado doblan turnos en clínicas de las diferentes provincias.
Carrión cree que para aprovechar la ayuda idónea de los galenos del Hospital se debe usar adecuadamente la central telefónica.
“Hay pacientes que solicitan la ayuda de un especialista sin que el médico general lo recomiende. Por ello, este tipo de médicos tienen la agenda copada por meses”.
Sonia Q., de 33 años, lleva 60 días tratando de conseguir un turno en el servicio de gastroenterología. Una cirrosis le obligó a acudir a centros privados. “Afuera cada consulta me cuesta USD 25”, afirma.
El Ministerio de Salud estratificó las casas asistenciales públicas por sectores. En el primario están los subcentros de salud. Este es el primer lugar al que debe acudir el paciente con enfermedades menores, como una gripe o alergia en la piel. En el caso del seguro social es el centro ambulatorio.
En segundo lugar se encuentran los hospitales Gustavo Domínguez y del IESS. Allí deberían ingresar solo los pacientes remitidos por el subcentro, el centro ambulatorio o las víctimas de enfermedades que amerita operación. El último sector son centros como el Carlos Andrade Marín, de Quito. Allí se atienden enfermedades graves.
Según Carrión, si los pacientes siguen esta lógica, el servicio en el IESS mejorará mucho. “Hay personas que vienen al hospital y tienen enfermedades que no son emergencias. Esos casos los puede tratar con un médico general”.
En emergencia del Hospital hay dos consultorios con una capacidad para 70 pacientes. Pero se atienden hasta 230. Esta sección no cuenta con emergenciólogos. Se necesitan tres, según Carrión.
Los detalles
En la construcción y equipamiento del Hospital se invirtieron USD 34 millones. Este tiene 12 467 m. de edificación, dividida en cinco plantas.
El Hospital regional es de segundo nivel. Tiene una capacidad para 120 camas.
En esta casa asistencial se atienden personas que pertenecen a la Red Plural Integral de Salud, de Santo Domingo de los Tsáchilas.