Este 15 de junio de 2022 no se escuchó el particular sonido de los carros repartidores de gas de uso doméstico por las calles de Cuenca. En esta y otras urbes como Quito, Latacunga, Ambato, Tulcán, Ibarra y Riobamba ya hay desabastecimiento.
Por las movilizaciones de la Conaie, 12 provincias registran bloqueos totales de sus vías principales. Esto impide que los tanqueros-cisternas de las 19 empresas envasadoras del país se desplacen desde y hacia las terminales de Almacenamiento y Distribución de Gas Licuado de Petróleo (GLP), ubicadas en Guayas y Esmeraldas.
En Cuenca opera Austrogas, que desde la tarde del martes ya no dispone de gas, confirmó su gerente, Gerardo Maldonado. Ellos comercializan unos 11 000 cilindros (15 kilos) diarios y abastecen al 70% del mercado.
Las dos vías de Azuay que utilizan los caminones-cisternas son la Azogues – Zhud – Cochancay, por Cañar; y la Girón – Pasaje, por El Oro, pero registran más de siete bloqueos, desde el lunes.
Pese a los diálogos de la Policía y Ejército con los líderes que mantienen el bloqueo, no pueden pasar los vehículos. La situación se complicó desde la detención del presidente de la Conaie, Leonidas Iza, aunque horas después fue liberado.
Búsqueda constante
No hay especulación, simplemente no está llegando el producto, dijo Maldonado. Eso no entienden las amas de casa que llegan molestas a las bodegas, dijo un trabajador de la distribuidora de la avenida Loja y Don Bosco, al sur de Cuenca, que amaneció con el rótulo “No hay gas”.
A este local llegó el cuencano Javier Cobos con su bombona luego de recorrer cuatro bodegas: “necesito el gas para cocinar, estoy desconcertado porque nadie sabe en qué tiempo se solucionará esto”.
Maldonado calificó de crítica a esta situación porque también afecta a los albergues, asilos, orfanatos, clínicas, hospitales y condominios, que tienen el servicio centralizado. Frente a esto están tratando de asegurar el gas para las instituciones que requieren con urgencia, pero son tantas que es imposible darles el servicio normal.
Para Gustavo Moncayo, distribuidor del GLP de Pichincha, otro de los sectores afectados es el turístico de la Sierra. Él dice que sus clientes están desesperados y otros molestos por la escasez. “No está en nuestras manos, los distribuidores no estamos escondiendo el gas”, dijo.
Según él, las plataformas (transportan los cilindros) están en la planta de Pifo, que abastece al 85% de la demanda en Quito, y que no pueden llegar a los centros de acopio por las amenazas de atentar contra los vehículos, en los bloqueos.
Moncayo vende un promedio de 90 cilindros por día y le alcanzó hasta ayer porque se aprovisionó con 200 bombonas más el pasado domingo. “Hemos llegado a lo que vivimos en el paro nacional de octubre del 2019”.
Es una película repetida a la del 2019, dijo Maldonado, quien considera que se deben acelerar los diálogos de las autoridades nacionales con los líderes indígenas de la Conaie para abrir corredores que permitan el paso de convoy con los tanqueros-cisternas, en los sitios de bloqueos.
Distribución
Las tanqueros–cisternas traen el producto hasta las plantas envasadoras y estas a su vez distribuyen a las comercializadoras en las bombonas de 15 kilos para la venta en los recorridos a domicilios o en los depósitos que tienen en los barrios.
En la provincia de Azuay está habilitada la ruta Molleturo-El Empalme, pero los tanqueros-cisternas técnicamente no pueden circular porque tienen altas pendientes geográficas y curvas, por lo que podrían ocurrir accidentes.
Un tanquero de Gas Licuado de Petróleo carga 60 000 kilos (60 toneladas) y con ese peso no alcanza a subir hasta los más de 4 000 metros sobre el nivel del mar, que es el punto más alto de la vía Molleturo-El Empalme.
Las envasadoras
No podían aprovisionarse de una cantidad mayor de Gas Licuado porque no disponen de esferas adicionales para almacenar el producto.