Los 50 trabajadores del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote) y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército removían ayer la tierra que cubrió parte de la tubería. Por allí se transporta el petróleo.
El deslizamiento de tierra se registró a la altura del recinto Chucaple, de la parroquia Viche (cantón Quinindé). El derrumbe fue hace cinco días y el ducto se dobló por la presión de la tierra caída.La preocupación de los técnicos de la petrolera es que el sistema se dañe, pues deslizamientos menores continúan registrándose.
Por eso, desde las primeras horas de ayer levantaban un muro para estabilizar el talud. Mientras, otro grupo retiraba el material acumulado. Según las proyecciones de los técnicos son 200 metros cúbicos de tierra y piedra que cayeron sobre la tubería.
A pocos metros del lugar, pasó lo contrario. Las tuberías del oleoducto y del poliducto, que transportan el diésel desde la Refinería de Esmeraldas hasta Santo Domingo, quedaron expuestas. La base de tierra sobre la que estaban asentadas cedió por la fuerza de la lluvia.
“Eso es peligroso porque pudiera presentarse una fisura y nos veríamos obligados a suspender el bombeo”, señaló un técnico que prefirió no identificarse.
Otro grupo intentaba estabilizar la tierra y poner soportes a las tuberías. El trabajo se hace más complicado porque la zona es de difícil acceso. A pie o a lomo de mula, los trabajadores tardan hasta 40 minutos para llegar al sitio. Desde la vía principal (Quinindé–Esmeraldas) hasta el sitio hay un kilómetro. El área es montañosa y, por eso, lo que primero hicieron los trabajadores fue abrir un camino para meter la maquinaria y el material necesario.
Eso incluso ocasionó daños en la propiedad de Gustavo Dueñas, por donde pasa el oleoducto.
“Nunca nos avisaron cuándo iba a ingresar con la maquinaria y cuando nos dimos cuenta nos habían dañado los cultivos de teca y las cercas de los potreros; 17 reses se salieron de la propiedad”, comentó Dueñas.
La pertinaz lluvia no deja de caer en la zona. Eso ha hecho que los trabajos se prolonguen.
Los técnicos de la obra aún no dan fechas de cuándo terminarían los trabajos. Fernando Guerra, quien está al frente de las labores, indicó que no estaba autorizado para hablar.
Por lo pronto, tres retroexcavadoras y tres tractores laboran en el sector durante 12 horas diarias, para proteger las tuberías y evitar cualquier riesgo con las lluvias.