La sequía hidrológica en Cuenca superó a lo registrado en 2023. Hace un año, la Red Hidrometereológica de la empresa Etapa contabilizó 117 días de sequía.
En la actualidad, ya se registraron 118 días, este jueves 7 de noviembre de 2024.
Los ríos Yanuncay, Tomebamba y Machángara están en niveles considerados como bajos, mientras que el Tarqui está en estiaje.
Estos afluentes junto al Santa Bárbara, San Francisco, Cuenca, Paute y Burgay alimentan al embalse de Mazar.
Según el coordinador de la Red Hidrometereológica, Rigoberto Guerrero, para este mes de noviembre de 2024 se prevé que existan lluvias, pero de forma puntual.
Es decir, por tiempos cortos e intensos, pero no en las zonas de recarga hídricas.
Según Guerrero, eso ocasiona que los caudales de los ríos suban de un momento a otro, pero no sean sostenibles en el tiempo y, prácticamente, no son un mayor aporte para el embalse de Mazar.
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La sequía más prolongada en Cuenca
Guerrero indica que la empresa municipal Etapa lleva registros desde 1998 y el Instituto Nacional de Meteorológica e Hidrología (Inamhi) desde 1973.
En función a esta información, Guerrero indica que, en la actualidad, se vive la sequía más prolongada o de mayor duración de los últimos 51 años.
Según él, de acuerdo con los pronósticos que tienen no se prevé que Cuenca salga de la sequía hidrológica en este noviembre de 2024.
“Se requieren entre 15 y 20 días de lluvias continuas para salir de esta sequía”, dice el experto.
Para diciembre se prevé que mejore y que existan más lluvias, pero Guerrero estima que la sequía hidrológica persista.
“Es una crisis climática. La dinámica atmosférica y los pronósticos son muy variables”.
Guerrero indica que se puede asegurar una época de lluvias constantes, entre marzo y mayo de 2025.