Las excavaciones en las cuales debían levantarse los cimientos de las viviendas están llenas de aguas fétidas. En otras, solo hay bases de concreto o columnas con varillas oxidadas.Este es el panorama de lo que debieron ser 92 viviendas del programa de soluciones habitacionales Unidos Venceremos, en el cantón Chone, en el norte de Manabí. Estas eran parte de un complejo habitacional de 308 viviendas, de las cuales 216 sí se terminaron de construir.
Esta ciudadela se construyó en una explanada adyacente al barrio Los Almendros, al pie de una pequeña montaña, en la vía Chone–Calceta–Portoviejo.
Sobre la cima, de 80 metros de altura, entre mala hierba y pastos, está la casa de madera y caña de José Cedeño, un afroecuatoriano de 63 años nacido en Chone. Él es uno de los damnificados del invierno del 2008, quien debió haber recibido su casa.
Según el Comité de Operaciones de Emergencia de Chone (COE), en ese año hubo 9 340 familias afectadas, de las cuales 200 fueron a los albergues de esta ciudad, porque sus viviendas de caña y madera fueron destruidas por el invierno.
Cedeño, apesadumbrado, dice: “Llegué aquí hace dos veranos y un invierno (18 meses) y aún no tengo mi casa”. Este afectado consta en el listado de las personas beneficiarias de una casa.
Cedeño piensa que si alguna vez le entregan su casa, vivirá allí con su esposa, Jenny Alcívar, de 31 años, y sus cuatro hijos.Para sostener a su familia, trabaja en un triciclo en los mercados de Chone. Transporta legumbres, víveres, gas, tanques de agua, hielo y otros. Gana de USD 4 a 5 diarios. “El tiempo está malo y se trabaja solo para comer”.
El incumplimiento de los contratistas preocupa a la directiva de Unidos Venceremos. El presidente Milton Zambrano, de 25 años y guardia en la terminal terrestre de Chone, convocó a una reunión para decidir qué hacer y denunciar que los espacios de las casas inconclusas fueron invadidos por extraños al programa.
La directiva del programa, reunida en la casa de la vicepresidenta, Egdda Barcia, resolvió que se respetará el listado de adjudicaciones que, en el 2009, hicieron el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), que contrató la construcción, y el Municipio de Chone.
Según Zambrano, cuatro contratistas estuvieron a cargo de las 92 casas que debieron entregarse en febrero del 2009.
Según él, los contratistas incumplidos son Pierre Cevallos Párraga, Dixier Sabando Delgado, Iván Guerrero Solórzano y Sergio Moreira Pincay.
Este Diario llamó a los números telefónicos de los cuatro para conocer su versión, pero ya no pertenecen a ellos.
El director del Miduvi de Manabí, Xavier Navia, posesionado el jueves pasado, dice que “se declaró la terminación unilateral de los contratos con los profesionales incumplidos y se efectivizarán las garantías”.
Este trámite permitirá recontratar la construcción de las 92 viviendas. El funcionario piensa que hasta el 30 de septiembre se harán las nuevas contrataciones.
Un técnico del Miduvi, que pidió no revelar su nombre, menciona que la inversión que se requiere es de USD 500 000.
Para continuar con este nuevo proceso, el 23 de junio el COE declaró a las viviendas inconclusas como obra urgente.
De las 216 terminadas, una fue otorgada a Egdda Barcia. Esta madre, de 33 años, vive con sus seis hijos y su esposo, Jorge Reyes, quien vende mariscos en un triciclo en los barrios de Chone.
La casa está construida en un lote de 7 por 14 metros. Tiene dos habitaciones pequeñas, una sala-comedor, baño y una cocina. Solo la fachada está enlucida. El resto de la casa es de bloque con techos metálicos. Las ventanas de aluminio son corredizas.
En la sala de Barcia solo caben cinco asientos de plástico, donde se sentaron los directivos de Unidos Venceremos.
El Miduvi adjudicó en el 2008 la construcción de las 308 casas a 14 contratistas. A ellos se les entregó el 100% del anticipo. La inversión total destinada fue de USD 1 540 000.
Uno de los contratistas, quien culminó 100 viviendas, fue Ángelo Ramón. Los contratos se adjudicaron a finales del 2008. “Yo no tuve dificultades en terminar las obras”. El Miduvi hizo la recepción definitiva de este grupo de casas hace un mes.
Según Ramón, algunos contratistas quieren regalías del 20% del contrato, “pero en los proyectos del Miduvi a lo mucho se gana un 10%”. Este contratista supone que esta fue la causa para que otros profesionales hayan incumplido el contrato.
Pero 92 familias deberán esperar los trámites burocráticos para recibir su vivienda. Casi la totalidad evacuó el cerro en donde vivían y otras residen con sus familias en las casas terminadas.
Solo la solitaria casa de José Cedeño permanece en la cumbre del cerro de Unidos Venceremos. Él está preocupado, porque las lluvias del último invierno causaron el derrumbe de una a parte de la montaña.