El regreso a clases despierta preocupación entre los padres de familia por los gastos de matrícula, pensiones, útiles escolares, uniformes y accesorios como mochilas. Pero una buena organización financiera puede significar hasta el 20% de ahorro en los gastos.
Para Héctor Pazmiño, de la Librería Politécnica Salesiana, la planificación de esas adquisiciones debe hacerse con un mes de antelación considerando el número de hijos y el nivel de educación. También recomienda reciclar o buscar ofertas para ahorrar.
La mayoría de los planteles privados proporciona con más de un mes de anticipación la lista de útiles del siguiente año escolar. Incluso sugieren locales que ofrecen descuentos. “Eso no es un negociado. Son propuestas que hacemos las grandes librerías a los planteles. Ellos aceptan pensando en los beneficios para los padres”, asegura Pazmiño.
La primera recomendación es revisar los útiles del año escolar anterior y recuperar lo que esté en buen estado como lápices, borradores, mochilas, reglas, marcadores, etc. La madre de familia, Nora Flores, hizo esa selección y recuperó reglas, diccionario, pinturas y las mochilas.
La psicóloga educativa Jenny Sánchez recomienda involucrar a los niños en la compra. “Pero antes explicarles que solo comprarán lo necesario porque ellos quieren todo lo que está de moda y son productos más costosos”.
Para Pazmiño, la cotización funciona cuando las tiendas registran poca presencia de clientes. Con aglomeración, es casi imposible atender esa necesidad, señala Susana Ordóñez, quien cada año trabaja en papelerías de forma temporal. “Hay presión y debemos atender rápido”.
Otra opción es sondear las promociones, rebajas y descuentos que impulsan las librerías. Por ejemplo, hay locales que ofertan descuentos en agosto o créditos sin intereses a sus clientes.
Al comprar hay que buscar un equilibrio entre calidad y precio. Según Pazmiño, hay profesores que exigen materiales de una determinada marca, cuando se presentan otras de similar calidad y cuestan menos. También hay padres que adquieren productos económicos que no duran.
En el caso de los libros de consultas, principalmente, es preferible agruparse con otros padres o amigos para efectuar la compra al por mayor. “Asociándose pueden solicitar cotizaciones a las casas comerciales y optar por la opción que les permita ahorrar”, señala Pazmiño. Si bien esa compra colectiva implica dedicarle tiempo extra para concertar opiniones y alcanzar acuerdos, en el ahorro se verá la recompensa.
Finalmente, antes de comprar un nuevo uniforme, zapatos y mochila también se aconseja estudiar posibilidades como comprobar el estado de estos productos que los niños utilizaron el año anterior, evaluar si todavía le queda la ropa y si están en condiciones de seguir usándolos.
“Muchas veces haciendo unos pequeños arreglos a la ropa escolar es suficiente”, sostiene la costurera Rosa Carchi. Por ejemplo, dice, si los puños están desgastados pueden ser reemplazados con un nuevo corte de tela.
Pero si definitivamente los estudiantes han crecido y la prenda de vestir no se ajusta a ningún arreglo, hay que adquirir una nueva. En ese caso, la opción es comprar a los fabricantes.
Paola Quezada, propietaria de Baby Mundo, ha efectuado comparaciones de precios con otros almacenes y confirmó un incremento de hasta USD 5 en prendas grandes como casacas, chompas y sacos. En este caso también tiene que haber un equilibrio entre calidad y precio. “La compra de útiles y libros escolares no tiene por qué acabar con los recursos de los padres de familia”.
Las sugerencias en el momento de comprar
Es necesario elaborar un presupuesto para cada hijo y programar un ahorro mensual. Además, hasta el 15 de este mes los empleados públicos y privados recibirán el decimocuarto sueldo (USD 292).
Varios establecimientos organizan ferias para la venta de útiles escolares y de uniformes. Hay ahorros.
Si no le alcanzó el dinero, debe adquirir solo lo indispensable, por lo general los precios bajan después del inicio de clases. Hay que concienciar a los estudiantes para que no pierdan sus útiles escolares.
La Defensoría del Pueblo recibe denuncias sobre costos excesivos o demasiada cantidad de productos en las listas.