El consumo de gasolina extra y diésel aumentó y las largas filas de vehículos en las gasolineras siguen en Carchi, pese al cambio de la medida en la venta de combustible en la frontera.
El sistema de cupos de USD 10 de tanqueo diario para cada carro fue eliminado luego de seis años y se cambió por uno que permite la venta libre, pero con la condición de tanquear una vez al día. El mecanismo rige desde el 1 de febrero.
La disposición no rige en las fronterizas Esmeraldas, Sucumbíos, El Oro y Loja, pero sí hay un mecanismo de control para frenar el contrabando.
Luis Vaca, vecino de Tulcán, asegura que esta medida le obliga a retornar pasando un día a una de las cuatro estaciones que hay en Tulcán y que pertenecen a Petrocomercial.
El miércoles último, delante del auto de Vaca había 17 más que esperaban en la Estación 11 de abril, centro de Tulcán.
Este comerciante, de 37 años, luego de aguardar 25 minutos tanqueó USD 10; es decir, 6,7 galones de gasolina extra, con más demanda que la súper.
Al otro extremo de la ciudad, en la gasolinera Carchi, la venta se hacía solo en uno de los seis surtidores. Esta es la única bomba que funciona las 24:00 y el resto atiende de 07:00 a 22:00. El horario se determinó tras un estudio de demanda hecho por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH) de la zona norte.
La eliminación de la venta por cupos en las 11 gasolineras de esta provincia fronteriza también aumentó el consumo del carburante.
Paúl Merchán, director regional de la ARCH, indica que la demanda del consumo de extra y diésel se incrementó en febrero en un 30%. Mientras que la demanda de gasolina súper disminuyó, comenta Merchán.
Según la ARCH en enero se comercializaron 840 000 galones de diésel, 960 000 de gasolina extra y 43 000 de súper.
También aumentó el tiempo de carga de cada automotor en las estaciones. Según el técnico, se requieren al menos dos minutos de servicio desde que se abre hasta que se cierra la válvula de combustible.
Luis Bravo, usuario de Tulcán, considera que ese lapso provoca la formación de columnas de vehículos, que se extiende hasta más de 200 metros. El problema es mayor los fines de semana, dice.
Este propietario de una Ford 350 considera que es necesario que funcionen todos los surtidores y no solo algunos como en la estación Carchi, para que mejore el servicio.
Durante el proceso de tanqueado, las personas que despachan el combustible solicitan el número de la cédula del chofer y anotan la placa del vehículo y la cantidad de gasolina que se adquiere.
Esa información es registrada en el Sistema de Trazabilidad Comercial, que funciona desde mediados de enero de este año. Mediante este mecanismo, la ARCH controla que el combustible no se desvíe en su ruta desde la refinería hasta el consumidor final. El control hasta el usuario se aplica solo en Carchi, por ser un proyecto piloto. En el resto de provincias, el monitoreo es entre la refinería y las gasolineras.
En Carchi, este sistema -conectado a la Internet- permite también identificar y sancionar a los usuarios que tanquean sus carros más de una vez al día. “Cuando la falta es recurrente la sanción puede llegar hasta la restricción para comprar combustible durante dos años”, explica Merchán.
En la base de datos de la ARCH Norte están registrados 2 700 vehículos que fueron sancionados por no haber respetado la anterior media de los cupos. Los propietarios solo pueden adquirir combustible hasta un máximo de USD 10.
La fuga de combustibles a Colombia provocó que el 10 de marzo de este año se formara el Comité Provincial de Soberanía Energética; este establece los controles para frenar el contrabando desde Carchi.
La gobernadora Laura Mafla, en un comunicado, asegura que se ejecutarán operativos en los pasos fronterizos ecuatoriano-colombiano.
Sin embargo, la ARCH presume que los contrabandistas se abastecen del carburante en los cantones Ibarra y Pimampiro, en Imbabura. En esta provincia la venta de gasolina y diésel no es controlada.
Un panorama parecido al del Carchi se vive en el sur del país, en la frontera con Perú. Ahí, la venta de combustible es vigilada por militares y la ARCH.
En las estaciones de servicio habilitadas en los cantones fronterizos de Loja, por ejemplo, la venta de diésel y gasolina se cumple de 07:30 a 17:00.
La venta se hace de acuerdo con el número de placa. Se vende de lunes a sábado, alternando el último número de la placa, entre par o impar. El domingo no hay atención.
Aquí los habitantes de los poblados fronterizos de Loja solo pueden tanquear hasta USD 10. Pero los turistas solo pueden comprar USD 5.
Al igual que en Carchi, la compra queda registrada con el número de placa y la cantidad de galones adquiridos. Lilia Arias colaboró en la nota _En contexto Los propietarios de los vehículos pueden comprar la cantidad de gasolina que requieren. De esta manera se dejó de lado la restricción que había para evitar el contrabando de gasolina y diésel. Pero la medida, que entró en vigencia en febrero, no eliminó la congestión.
11 gasolineras funcionan en la provincia del Carchi. Una sola está en manos privadas.