Los aficionados y practicantes profesionales del ciclismo de montaña de Riobamba y de otras urbes se preparan para el Chimborazo Extremo. La séptima edición se correrá el domingo 15 de este mes, desde las 08:30.El objetivo de los 300 pedalistas es finalizar la carrera de 40 kilómetros. La meta se ubicará en el primer refugio del nevado a 4 800 metros de altitud.
Para esto, los deportistas deberán atravesar caminos de asfalto, tierra, empedrado e ingresar a la Reserva Faunística del nevado, ubicado a 6 268 metros de altitud. Allí deberán recorrer por senderos, arenales, chaquiñanes y pendientes pronunciadas.
Jaime Romero, organizador del evento, comenta que muchos competidores que no se prepararon adecuadamente son afectados por el denominado ‘mal de altura’, que va acompañado por dolor de cabeza, náuseas (vómito) y la falta de oxígeno.
Romero explica que el hambre, la sed y las condiciones climáticas (frío, lluvia y nieve) son las pruebas a vencer. Con este criterio coincide el ciclista riobambeño, Byron Cavolpiña, de 38 años.
Añade que “la presión de la competencia se siente en las agotadoras persecuciones y ascensos. “En el 2011 participé y finalicé la prueba en las cinco horas que exigen los organizadores. Ahora mi intención es situarme en un mejor puesto. Para conseguirlo me he preparado durante los últimos cuatro meses”.
Para ascender al Chimborazo, los participantes deberán contar con una bicicleta de montaña en buenas condiciones. También, casco, guantes y botiquín de primeros auxilios.
El ciclista aficionado Cristian Costales correrá por primera vez en esta prueba. “Otros corredores experimentados me recomendaron que debo hidratarme, alimentarme bien y utilizar ropa abrigada el día de la competencia. Tengo que llevar impermeables o rompevientos y una manta térmica”. Además sabe que no debe ingiera carne roja una semana antes y prepararse mentalmente para llegar a la meta.
La competencia se iniciará en la estación Urbina, a 3 600 metros de altitud en el páramo. Seguirá por la antigua vía Panamericana hacia el sector de Cuatro Esquinas. Luego ascenderán por el camino de los hieleros para empatar con la vía asfaltada Riobamba-Guaranda. El último trayecto será por diferentes chaquiñanes hasta arribar al refugio Carrel.
Carlos Camacho, otro participante, explica que la fortaleza está en las piernas. “El pedaleo debe ser constante sin excesivo esfuerzo para no gastar la energía”.
Los datos
Los organizadores asistirán a los corredores con frutas y agua en los tres controles de entrada al Chimborazo.
No se admitirán carros acompañantes a lo largo del recorrido. Estos deberán movilizarse por la vía asfaltada.
Los acompañantes de los equipos deberán respetar los horarios y el recorrido establecidos. La organización permitirá la movilización desde la estación de Urbina hasta el refugio Carrel.